Media Segunda a por Peybernes

El mercado de invierno llega a su ecuador y la situación en la UD Almería no está del todo tranquila. Mientras se trabaja para cerrar definitivamente la llegada de un delantero centro, hay que liberar fichas, sobre todo en defensa, y el nombre que aparece en todas las quinielas es el de Mathieu Peybernes. Fue el último gran fichaje de Alfonso García antes de traspasar las acciones a Turki Al-Sheikh, pero sigue sin tener suerte de rojiblanco. El francés se marchó cedido al CD Lugo, donde demostró un nivel altísimo para convertirse en el líder de la defensa gallega. En su vuelta a la capital tampoco lo tuvo fácil, ya que en un principio contaba con pocas posibilidades de formar parte del plantel entrenado por José Gomes. Su magnífica pretemporada le sirvió para quedarse y pelear por la titularidad con Jorge Cuenca, Nikola Maras y Chumi Brandariz Movilla.

Pretendientes
Con apenas 224 minutos en lo que va de campaña, Peybernes busca nuevo destino en el mercado de invierno. El último club en preguntar por él ha sido el CD Castellón, aunque "su llegada a Castalia parece muy complicada", según informa Xavi Sidro, de la Cadena SER. El Albacete y el Real Zaragoza también lo llevan en su agenda. El equipo que ha tomado la delantera es el maño, cuyo entrenador Juan Ignacio Martínez, lo quiere para reforzar la zaga de cara a la segunda vuelta.

Más de media Segunda División querría tener en sus filas a un futbolista como Mathieu Peybernes, que espera la mejor oferta para seguir compitiendo. Curiosamente, en el entrenamiento de este jueves, a pocos días de disputar la Copa del Rey, el defensa se fue antes a la sala médica tras hablar con los fisioterapeutas. Las lesiones también han impedido al francés tener algo más de regularidad en los entrenamientos y en los partidos.

Su compromiso sigue siendo el máximo, aunque con el mercado abierto escucha ofertas para disfrutar de la continuidad que necesita un central de su calado. El Castellón suspira por él, aunque es muy complicado, y el Real Zaragoza lo tiene casi atado.