Cuando los plazos se le echaban encima, el presidente del Almería, Alfonso García, anunciaba que haría un fichaje menos en la temporada que acabó recientemente y metería la pala haciendo la Ciudad Deportiva a ‘trozos’: primero un campo y luego todo lo demás. Cuando más animado estaba con su obra aparecía Turki Al-Sheikh con dinero fresco en las manos y le compró el Almería. Otra vez se quedaba la obra sin terminar y lo de la primera piedra seguía pendiente: para otro.
Alfonso García, como antes Guillermo Blanes, tenía muy claro que sin la Ciudad Deportiva la cantera del Almería no podría crecer al nivel esperado. Se marchó el presidente de Águilas sacando dinero de la cantera, pero sin invertir en la obra que tanto anhelaba para un club al que dedicó muchos años de gestión.
Aquello de fichar un jugador menos se le puede aplicar a Turki Al-Sheikh, para que haga como Alfonso y meta la pala para hacer un campo y luego todo lo demás. Esa Academia anunciada no se puede demorar más en el tiempo.
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