… Prepotencia o desconocimiento?

El cristal con que yo miro

José Martín Doblado
José Martín Doblado Rafa Góngora
Martín Doblado
13:00 • 13 feb. 2020

Los equipos que figuran arriba en la competición necesitan sumar cada semana, a ser posible de tres en tres, porque si no, los que vienen detrás te engullen de forma despiadada y de ser de arriba, pasas a ser mediano sin apenas darte cuenta. 



El futbolista, durante el juego, está continuamente tomando decisiones, y de la calidad de esas decisiones, va a depender el éxito del equipo. Esas decisiones, se ven dificultadas sobretodo, por el contrario, que pretende su fallo comprimiéndole el tiempo y el espacio; es decir que siempre se va a encontrar con el rival que le echa el aliento en el cogote y le obliga a jugar rápido, a veces con una precipitación que le conduce al fallo. Contra esto, la única arma conque cuenta el jugador, es jugar más rápido que el tiempo que emplea el contrario en ejecutar sus acciones opositoras; lo que llamamos vulgarmente, jugar a un toque. 



Para “jugar a un toque” y de forma eficiente no obstante, el jugador tiene que estar continuamente analizando el juego y enjuiciándolo correctamente, para poder prever comportamientos, tanto de compañeros como de contrarios; de esta forma, tendrá previsto lo que hacer con el balón, antes de recibirlo. 



Lógicamente, ese jugador pertenece a un equipo y para que lo antedicho resulte, es necesario que todos los componentes de ese equipo, tengan el mismos objetivo, analicen el juego de forma similar y decidan con parecida intención táctica. Si todo transcurre así, sea cual sea la fase de juego y el momento del mismo, todos sabrán si toca aguantar el juego o progresar para hacer gol si estamos en ataque o presionar tras perdida o replegarse, si en defensa; y cada jugador sabrá en todo momento, donde está su compañero y cual va a ser su decisión. Estamos hablando de un equipo perfectamente coordinado, donde la sucesión de jugadas se van produciendo de forma automática. 



Cuando en esa entidad perfecta, aparece un nuevo miembro, habrá que tener la paciencia y consideración necesaria, hasta que se entienda con los compañeros y sea uno más en esa sucesión de “automatismos”. Una locura sería que entren varios miembros a la vez…ese equipo, al menos en un tiempo, va a dejar de funcionar. 



Desde esta parte del mundo, por el bien de nuestro deporte rey. 




Martín Doblado 




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