Alegría entristece a un Almería que cayó con la cabeza muy alta

Cuando los rojiblancos empezaban a mandar llegó el tanto tras un saque de esquina

Carlos Miralles
21:02 • 09 mar. 2019

Al Almería se le escapó una gran oportunidad de acercarse al sueño del Play Off. La derrota frente al Sporting supone un parón en su progresión hacia la zona de privilegio, pero igual que hay muchas formas de ganar, también existen de perder, y el grupo rojiblanco lo hizo con la cabeza muy alta, peleando cara a cara con una de las plantillas más caras de la categoría. Sin embargo, esa pelea cuerpo a cuerpo se decantó hacia el bando local con el gol de Álex Alegría.




Un aviso de las dificultades que le esperaban al conjunto almeriense fue el movimiento de los dos delanteros rivales, Djurdjevic y Alegría, que desestabilizaban tanto a Saveljich como a Ibiza, que acabó expulsado en el descuento. Se respiraba una calma tensa en El Molinón, ya que tras ganar en Los Pajaritos, querían seguir con la progresión tras tres derrotas seguidas como local.



Apretó a fondo el Sporting, pero también concedió la oportunidad más clara a Álvaro Giménez. El Pichichi rojiblanco cazó un mal pase de Diego Mariño, pero en el mano a mano se le hizo de noche y estrelló la pelota en el cuerpo del guardameta asturiano.
Nada desestabilizó al Sporting hasta el descanso, y es que cualquier peligro del Almería llegaba más por desajustes o errores locales.




De menos a más
La segunda mitad no cambió de guión y el Sporting pisaba a fondo, con dos incansables Djurdjevic y Alegría en ataque. Aunque el Almería no quería irse de El Molinón sin atacar, sin intentarlo. Sabían que la presión era para el rival, y que cualquier acción de peligro pondría al público nervioso. Y ocurrió. Empezaba a dominar con poca profundidad el conjunto de Fran Fernández, que tuvo que lanzar hasta cuatro saques de esquina en muy poco tiempo. Pero ese balón parado que tanto dio en Zaragoza, restó en Gijón. Una acción bien botada por Carlos Carmona en el minuto 19 del segundo acto acabó en la red tras tocar en Álex Alegría. Curiosamente, de la alegría a la tristeza en cuestión de unos minutos. De sentirse dominador a ir perdiendo.




Movió ficha el técnico, dando entrada a Narváez, Demirovic y Chema. Insistía con corazón y poca claridad el equipo almeriense, siempre con la cabeza arriba. En una semana en la que hubo demasiado dulce o elogio para el Almería, llegó la derrota a domicilio. El resultado no es un bajón ni empaña la temporada, es solo fruto de que un rival como el Sporting puso más para llevarse la victoria. No se puede estar todos los días con un alto nivel de acierto, ni las cosas salen como la mente ordena. El sueño no se ha esfumado. Toca remar y ganar ante el Granada.






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