El Almería gana y despierta a lo grande de una terrible pesadilla

Corpas y Juan Carlos levantan al equipo tras el gol de Mossa.

Carlos Miralles
23:12 • 08 dic. 2018

El fútbol es una locura. Después de ser vapuleado en Copa del Rey, encajando ocho goles en Villarreal, con bajas importantes, y visitando a un Real Oviedo que había sumado siete puntos de nueve, el Almería se puso el mono de trabajo y despertó a lo grande de una terrible pesadilla. De aquellas caras largas, de unos futbolistas avergonzados de lo ocurrido en La Cerámica, a una alegría bien peleada, porque no muchos equipos van a ser capaces de ganar en el Carlos Tartiere.

No se había cumplido el minuto 2 cuando el Real Oviedo dio continuidad a las dudas rojiblancas. Diegui Johannesson entró desde banda derecha, centró al segundo palo, y Mossa solo tiene que enviar a la red para marcar. Un golpe del que no iba a ser fácil levantarse y que pocos consiguen. Pero este Almería peleaba contra sí mismo, y dependía en gran medida de su rendimiento cambiar la trayectoria y borrar las malas sensaciones.
No se había llegado al cuarto de hora cuando Luis Rioja centra desde la izquierda, la defensa local se hace un lío, y José Corpas aprovecha para igualar la contienda. Cuando el barco se podía hundir, se tapó la vía de agua. Cuatro minutos más tarde, Juan Carlos Real, el jugador más en forma de la plantilla, circula por la frontal, tiene paciencia para elegir disparo, cruza la pelota ante Nereo Champagne y marca el segundo. En un abrir y cerrar de ojos ya se había puesto por delante el conjunto de Fran Fernández.
Sin embargo, un 1-2 en el Tartiere no se logra sin romperse la cara. El cuadro local se fue arriba, metió todo lo que tenía en ataque. La defensa del Almería anduvo con dudas en la primera parte, pero se ajustó más en la segunda. De hecho, la actuación de Lucien Owona en el eje de zaga fue tremendo, ganando todas y cada una de las disputas. Un acoso y derribo a la meta de René que, sin embargo, no tuvo demasiado trabajo.

De haber perdido, el Almería hubiera entrado en una crisis de resultados y también psicológica. El 8-0 de la Copa queda en un segundo plano con la épica remontada en Oviedo. Quizá no hicieron un partido brillante, pero en esta categoría, y más con el paso de las jornadas, los puntos valen oro.
Ya suma 23 puntos el equipo rojiblanco, se distancia de la zona de descenso y recupera la sonrisa perdida en Villarreal. Rostros de alivio en la familia del Almería tras una victoria que se merece un análisis profundo, porque también hay que disfrutar de las grandes noticias. Dos jornadas para el parón navideño y los futbolistas han recuperado la alegría deportiva.










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