“Toca bajar a la tierra”

En el caso del Almería, no es un tópico calificar al encuentro que tiene que disputar el próximo sábado ante el Nástic de Tarragona de partido-trampa, sino que esta más que justificado por los antecedentes que adornan a los nuestros en su trayectoria como visitantes. El Almería visita el campo del colista; visto desde fuera y sin un análisis profundo propio y del rival, podría parecer un desplazamiento muy cómodo.

Grave error, porque en Segunda no hay ningún partido que se pueda ganar con facilidad, ya que este Almería demuestra alegría cuando juega al amparo de su gente y sinsabores cuando lo hace fuera. Ya sabe lo que es visitar a un colista, Córdoba, y regresar con el rabo entre las piernas.

El entorno del Nástic tiene muy claro que la visita del Almería es para ellos una gran oportunidad, avalada por los negativos números de los de Fran en sus visitas a territorio enemigo: han fichado a Imanol García, recuperan lesionados y regalan entradas

Apuntaba el técnico almeriense que ganar fuera es complicado para todos las escuadras. Lleva razón. De los 154 partidos jugados por los equipos de Segunda División como visitantes, sólo 28 han finalizado con triunfo de los conjuntos viajeros, lo que supone un 18 por ciento. De los 462 puntos en juego, los que lo hacían en territorio hostil sólo han sumado 129, es decir, un 28 por ciento. Estos números, en mi opinión, confirman el alto grado de dificultad que tienen los equipos a la hora de sumar puntos fuera, como ha señalado Fran Fernández.

El problema que tiene el Almería es que está en el pelotón de cola en el apartado de conquistar fortines. Dificultades sí, pero no tantas. Si establecemos una clasificación por puntos ganados fuera de casa, el Almería estaría al borde del descenso con sólo cuatro equipos peores: Elche con 3; Sporting y Nástic con 2, y Córdoba con 1.

De la misma manera que la fiabilidad del Almería en casa aconseja no hacer modificaciones, la falta de efectividad del equipo en sus desplazamientos podría intentar superarse con algunos cambios. Los rivales están aprovechando los espacios que se generan entre René y la defensa adelantada buscando la espalda de los zagueros, y se frotan las manos cuando de recibir al Almería se refiere.