El Almería maquilla un empate frente a un Albacete con diez

Desde el minuto 8 jugó con uno menos el equipo de Ramis. Faltó verticalidad

Carlos Miralles
21:15 • 21 oct. 2018

Cuando Ocón Arráiz pitó el final del partido en Albacete, la sensación del Almería era que se habían perdido dos puntos, ya que desde el minuto 8 de partido, los locales jugaron con diez por la expulsión de Caro. Sin embargo, no apareció la versión brillante de los rojiblancos y analizando fríamente el desarrollo del choque, hay que darse por satisfecho con el resultado. Faltó verticalidad, paciencia con la pelota, y tomar mejor la decisión en los metros finales. No fue el equipo desangelado de Córdoba, sino que en Carlos Belmonte hubo ocasiones claras para ganar. Le costó definirse al conjunto de Fran Fernández, que empezó sufriendo en los primeros minutos. En una contra, Luis Rioja se disponía a marcar gol, pero Caro frenó su carrera y el árbitro optó por expulsarlo. Se iniciaba otro duelo, el de la intensidad, el corazón y la entrega. No le perdía la cara el ‘Alba’ y el Almería no se sentía cómodo.

Un avance de lo que iba a ser la segunda mitad fue la lesión de Juanjo Narváez. El extremo sufrió una contusión y dejó su puesto en el terreno de juego Chema. El Albacete no dejaba espacios, dificultaba el juego del Almería, y en una contragolpe -la única manera de acercarse a la meta de René-, llegó el gol de Jéremie Bela. Con muy poco a nivel ofensivo, sobre todo por la inferioridad numérica, el equipo de Luis Miguel Ramis se adelantaba y hacía temblar a los rojiblancos. En esa misma acción, Juan Ibiza se lesionó y fue sustituido.




Sin embargo, este Almería está hecho de otra pasta y supo salvar la situación en un partido nada brillante. Hubo oportunidades, pero la pelota no quería entrar y cada minuto que pasaba caía como una losa en la espalda de los futbolistas. Si el Albacete puso corazón, el Almería también bajó al barro y rascó un punto con gol de Álvaro Giménez. En un balón al área, Lucien Owona prolonga y en el segundo palo el delantero empuja la pelota a la red. Empate que salvaba los muebles.

Nadie se fue satisfecho con el resultado. Ramis y Fran, cada uno con sus virtudes y dificultades, sabían que la victoria era un premio que iba más allá de los puntos. El gol de Giménez maquilló un encuentro que, a tenor de la trayectoria en los últimos años, hubiera acabado en derrota. Quería el míster que sus jugadores dieran un golpe encima de la mesa, pero no lo consiguieron. Al menos, siguen sumando puntos hacia el objetivo de los cincuenta. Se han cumplido diez jornadas y queda de manifiesto que este Almería es capaz de puntuar cuando todo se le vuelve en contra. A veces es bueno sumar sin brillar.









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