Pulido y Sulayman desquician a un Almería que se acerca al hoyo

Dos penaltis reclamados, un gol anulado y dos amarillas muy evitables del africano, las claves

Carlos Miralles
23:03 • 20 may. 2018

Rabia. Así se marcharon los jugadores del Almería de El Arcángel. Primero hicieron autocrítica por los dos goles encajados frente a un rival directo como el Córdoba, que además se lleva el gol average gracias al tanto en el último minuto de Araújo. Si algo pudo salir mal, salió peor. Bien plantado saltó el conjunto de Fran Fernández, pero su rival metió una marcha más hasta que encontró el premio del gol en una acción de rechaces dentro del área pequeña entre Joaquín, René y Guardiola. A los 24 minutos ya mandaba el más necesitado. Esta situación se podía dar, por el ambiente y las prisas del cuadro local, si bien ahí no se había terminado la historia del encuentro.



Tino Costa, futbolista más que contrastado y con una calidad que va más allá de Segunda División, perdonó el 1-1 justo antes del descanso tras errar un cabezazo ante Kieszek. Tenía tiempo para bajar el balón y empujarlo a la red, aunque la ansiedad y las altas revoluciones pasaron factura al crack argentino.



Reacción
El Almería podía cerrar la permanencia en Córdoba y no especuló. Se fue a por el partido y empezó lo que el vestuario calificó como “cosas raras” en el terreno de juego. Primero con un penalti muy claro de Fernández a Nano no señalado por Pulido Santana. Se decretó saque de puerta, cuando si realmente el jugador local toca balón, debía ser córner para el Almería. Pocos minutos después, amarilla a Pozo por simular otra pena máxima, esta vez más dudosa. Juan Muñoz marcó a centro del malagueño, siendo anulada la acción por fuera de juego, cuanto menos, discutible.



Sin embargo, Sulayman Marreh se convirtió en villano al ver dos amarillas muy evitables, primero con una falta por detrás a Guardiola en una acción sin peligro, y después con una jugada peligrosa en un balón dividido. Ahí no hubo excusas; el africano se autoexpulsó.



Conclusiones



En Córdoba se ven con un pie en Segunda, y es que el Almería le dio la vida que necesitaba en El Arcángel, aunque hay una situación que sigue favoreciendo a los intereses rojiblancos: dependen de sí mismos para quedarse en la categoría de plata. Entre la necesidad de remontar, algunas decisiones extrañas de Pulido Santana en área local y la clasificación, se vivió una tarde de nervios. 



En fútbol se pasa muy rápido de héroe a villano, pero en el Almería no se vuelven locos. Cierto es que han dejado escapar la primera oportunidad de salvarse, y piden a la ciudad que el domingo apriete como lo hizo Córdoba, porque así será más fácil que la moneda caiga de su lado.




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