Juanmi Sierra: “La población china está menos dispuesta a vacunarse”

El joven disfruta de una beca ICEX en la Oficina Económica de la Embajada de España en Pekín

Juanmi Sierra, almeriense afincado en Pekín, durante un viaje a Shanghái.
Juanmi Sierra, almeriense afincado en Pekín, durante un viaje a Shanghái.
Marta Rodríguez
07:00 • 13 jun. 2021 / actualizado a las 12:14 • 13 jun. 2021

La historia de Juan Miguel Sierra (Macael, 1995) es la de un joven almeriense que se encuentra trabajando en la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Pekín, en el marco del programa de becas ICEX. Con solo 26 años, forma parte del Departamento de Industriales y Tecnología de este organismo cuya razón de ser es ayudar a las empresas españolas a internacionalizarse y entrar en el mercado chino.



A simple vista podría pensarse que Juanmi, como le gusta que lo llamen, ha sido un chico con suerte que está llegando a lo más alto de su trayectoria profesional. Sin embargo, tiene tras de sí una trayectoria académica repleta de esfuerzos y sacrificios. Y con vistas de futuro, lo cierto es que tiene aún toda la vida por delante.



Quizá por el hecho de que las mudanzas han sido una constante a lo largo de su existencia, le cuesta explicar de dónde es. En Macael vivió hasta los 18 años y conserva a sus mejores amigos, y a El Ejido se mudaron sus padres luego. Sí tiene claro que lo que más echa de menos es el mar de Almería, que ve cada día a través de las fotos que le envía su familia, y, cómo no, la comida.



La decisión de estudiar inglés, francés y chino, en el grado Traducción e Interpretación que completó en la Universidad de Granada (UGR), ha marcado su camino. Porque si bien es cierto que pronto supo que profesionalmente la carrera no le llamaba, los idiomas le han servido como acompañamiento y le han abierto puertas para reorientarse hacia el comercio exterior y la gestión empresarial



“Cuando entré a la carrera, tuve clara la elección del inglés por su utilidad y del francés por mi familia emigrante. En cuanto al chino, me decanté por él porque es una cultura de la que yo no tenía ninguna base de conocimiento y constituyó un reto también en lo lingüístico. Y ahora tengo que utilizarlo para vivir”, expresa en una entrevista a LA VOZ.

Becas ICEX



Al terminar la carrera, Juanmi Sierra estuvo en EEUU como auxiliar de español. Allí tuvo noticia de las Becas ICEX: “Una buena oportunidad para adquirir la formación que me faltaba; no deja de ser un MBA, pero de gestión internacional”, cuenta. De modo que tras cursar un año en Madrid, en el Instituto de Comercio Exterior, ahora se encuentra inmerso en el segundo, que es en la Oficina Económica de la Embajada de España en Pekín.






Este no ha sido, sin embargo, su primer contacto con China, país donde ya disfrutó de una beca de la UGR. Una experiencia gracias a la que pudo constatar el choque cultural y también “las oportunidades tan grandes que ofrece”.


“Fue un cambio grande, pero motivador porque la cultura china te permite conocer muchísimas cosas. Todo tiene riqueza porque es desconocido: la comida, el idioma, la gente. Es verdad que hay cosas a las que, a día de hoy, no me he acostumbrado, porque al final China es un país en vías de desarrollo aunque sea la segunda potencia del mundo. Yo vivo en Pekín y todo es más moderno, pero si te vas al interior, las zonas rurales no tienen nada que ver con las nuestras. Me han llegado a pedir una foto como si fuera una atracción porque en determinados sitios mucha gente no ha tenido la oportunidad de salir y ver a un europeo”, relata.

La pandemia

Cuando Juanmi Sierra supo que su destino sería China, lo embargó la incertidumbre porque, desde el inicio de la pandemia de la Covid-19, no se podía entrar ni como turista ni casi como trabajador. La gestión del visado ya fue una aventura, pero es que además las autoridades establecían una cuarentena de tres semanas en un hotel. “Desde que cogí el vuelo, todo parecía ciencia ficción. Es verdad que desde la Oficina nos advirtieron de que íbamos a pasar 21 días solos, de modo que nos llevamos entretenimiento. Nos dejaban la comida en la puerta y nos tuvimos que someter a más de veinte pruebas PCR, algunas incluso anales, pero luego sales y es un país en el que literalmente no hay covid; la primera noche nos fuimos a un restaurante y luego a una discoteca con unas mil personas”, expresa.


Ahora dispone de un código en el móvil que lo acredita para moverse con libertad. Asegura que algunas personas siguen usando la mascarilla por la calle, pero más por una cuestión de la contaminación. Y hace poco hubo un rebrote de diez casos en el sur y cerraron una ciudad entera. “Cuando hay algún caso, los chinos dicen que lo ha traído alguien de fuera y la verdad es que aquí la población está menos dispuesta a vacunarse”, relata.

Su labor actual y el futuro

La función de este almeriense en la Oficina Económica y Comercial de España en Pekín es, de un lado, asesorar y brindar apoyo institucional a empresas de su país y, de otro, hacer promoción de los sectores españoles en China. De cara al futuro, a Juanmi le encantaría integrarse en el departamento de exportación de alguna empresa española, “andaluza si es posible”.


En sus andanzas por el mundo, este almeriense tiene por costumbre mostrar vídeos de David Bisbal para que la gente ubique su tierra. “Siempre soy el pesado de Almería, la pena es que en la Oficina no nos llegan cosas de allí porque en el sector agroalimentario todos los productos son perecederos y traerlos a China es difícil, pero no hay color con las verduras de aquí, yo siempre les digo que tienen que probar el tomate de Almería”, subraya.


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