Dos almerienses son pioneros en formar en accesibilidad audiovisual

Enseñan audiodescripción y subtitulado para personas con discapacidad visual y auditiva

Loles Peña y Raúl Llóriz, en las instalaciones de Órbita Estudio.
Loles Peña y Raúl Llóriz, en las instalaciones de Órbita Estudio. La Voz
Marta Rodríguez
07:00 • 26 feb. 2021

Imagina que entras a una sala de cine para disfrutar de una película y no recibes más información que el sonido ambiente, los diálogos y la banda sonora, sin ver absolutamente nada. Ahora estás de visita en un museo en el que parecen haber activado la opción de silencio, de modo que la experiencia se reduce de forma exclusiva a lo que te llega a través de la vista.



A estas dos situaciones se enfrentan a diario las personas con algún tipo de discapacidad visual y auditiva. De hecho, lo habitual cuando un invidente va al cine, es que lo haga acompañado de alguien de su confianza que se sienta al lado para contarle la película entre susurros.  



El fin de esos susurros está más cerca gracias a una tendencia extendida en algunos países europeos que empieza a imponerse en España: la audiodescripción. Se trata de una nueva forma de narración que ofrece información sobre elementos visuales que son clave para entender una obra -normalmente audiovisual, pero también de teatro u otro tipo- a espectadores con discapacidad visual. Y dos almerienses están contribuyendo de forma activa a esta normalización.



Los profesionales del audiovisual Loles Peña y Raúl Llóriz, a través de su estudio de sonido Órbita Estudio, se han convertido en pioneros a la hora de ofrecer un curso de especialización en audiodescripción para personas con discapacidad visual y subtitulado para personas con discapacidad auditiva dirigido a profesores de Formación Profesional (FP). De 50 horas de duración, ya han podido formar a docentes de dos centros que ahora se encargarán de transmitir esos conocimientos a sus alumnos. Son el IES Ramón y Cajal de Murcia y el IES Albaida de Almería, donde ellos mismo estudiaron no hace tanto tiempo.



“Volver al Albaida a impartir este curso fue emocionante y un orgullo recíproco: para nosotros como antiguos alumnos y para los que fueron nuestros profesores; es una suerte que el Ministerio haya decidido implantar esta especialización para que esa accesibilidad se convierta en una onda expansiva y sea más real”, apunta a LA VOZ Peña.



¿Hasta qué punto son importantes?



Pero, ¿hasta qué punto son importantes los audiodescriptores y subtítulos? “Si una película no está audiodescrita, un invidente no puede disfrutar de ella; y un sordo exactamente igual sin subtítulos. No es que mejores la experiencia, es que si no, no hay experiencia”, contesta con rotundidad Llóriz. “Es básicamente tener la libertad de poder ir al cine, estar en el mismo punto que el resto”, añade Loles.



Un audiodescriptor reinterpreta por completo el contenido audiovisual: analiza el guion, realiza varios visionados, lleva a cabo una redacción con todo bien minutado para intervenir en los silencios de la película atendiendo a lo que se quiere contar en cada momento y sin adelantarse y también adaptándose al lenguaje del director. “Es común que los audiodescriptores se especialicen en determinados directores porque no es lo mismo audiodescribir un filme de Woody Allen que otro de Tarantino”, señalan.


El subtitulado para personas sordas es igualmente importante y se diferencia del convencional en que también especifica los ruidos, la música o los acentos, “aportes que son fundamentales para la comprensión”. Netflix tiene toda su producción propia audiodescrita y, desde Órbita Estudio, este año han hecho lo propio con los cortometrajes ganadores del Festival Inclusivo Gallo Pedro, que organiza la Asociación de Personas con Discapacidad Verdiblanca.


Del doblaje a los audiolibros

Aunque Órbita Estudio abrió hace unos meses, Loles Peña y Raúl Llóriz atesoran más de quince años de experiencia en el sector audiovisual y con una vinculación muy estrecha con el mundo de la discapacidad.


De la unión de ambos ámbitos nace su campo de actuación: la accesibilidad audiovisual. Desde 2014 trabajan como formadores y como técnicos y, desde 2020, son pioneros a la hora de formar a profesores de FP en audiodescripción para personas ciegas y subtitulado para personas sordas. Pero el catálogo de servicios del estudio va más allá y ofrece grabaciones de doblaje y locuciones, postproducción y sonido en cine y, la gran novedad, audiolibros.



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