La primera Feria del Libro de Almería

Este 2020 debería celebrarse la 45 edición del evento literario

Así contaba LA VOZ en diciembre de 1975 la Tertulia Indaliana enmarcada en la Feria.
Así contaba LA VOZ en diciembre de 1975 la Tertulia Indaliana enmarcada en la Feria. La Voz
Juan Francisco Colomina
07:00 • 23 abr. 2020

La Feria del Libro se ha convertido en una de las citas culturales más importantes de la ciudad de Almería. Y también objeto de críticas por los continuos cambios de formato y ubicación que ha ido sufriendo en los últimos años. Si el maldito virus que nos asola nos deja salir a la calle en un tiempo prudencial, y nos permite poder disfrutar de la vida cultural, este 2020 debería celebrarse la 45 edición de la Feria del Libro.




Pero, ¿cuál fue la primera edición? ¿Cómo se gestó? ¿Quién la organizó? Desde finales de los 60 las ferias libreras se habían ido convirtiendo en un escaparate para que los distintos autores, editores y distribuidores dieran a conocer sus novedades editoriales y una ocasión magnífica para los nuevos escritores. Este tipo de eventos estaban circunscritos a un puñado de grandes ciudades como Madrid, Sevilla, Valencia, Barcelona o Bilbao, siempre bajo la batuta del Ministerio de Información y Turismo y el Instituto Nacional del Libro Español. Poco a poco se fue ampliando los espacios y las fechas hasta llegar a prácticamente todas las capitales españolas. Almería fue de las últimas en sumarse.






Los orígenes de la Feria
Desde principios de los años 70 hubo intentos de poner en marcha una edición nacional en nuestra capital. Los esfuerzos salieron desde la intelectualidad local pero nunca llegaban a fructificar. Llegado el año 1974, el propio delegado provincial de Información y Turismo, Emilio Llorca Benavente, encabezaría las gestiones con Madrid y el Instituto para que Almería tuviera un hueco en la participación nacional del Día del Libro. No puso ser en 1974 debido a la premura de la iniciativa, pero el director general de Cultura Popular, dependiente del Ministerio, Ricardo de la Cierva y Hoces, animó al delegado a trabajar para la edición de 1975.  




Los preparativos
1975 es un año histórico en la Historia de España. Y 1975 fue el año de la primera edición de la Feria Nacional del Libro en Almería. Emilio Llorca emplazó a una serie de personalidades relevantes de la provincia a organizar y difundir la información relativa a la Feria para que el Instituto Nacional diese el visto bueno y poder así realizar el evento. Entre aquellas personalidades encargadas estaban Jesús de Perceval, Joaquín Pérez Siquier, José María Artero, Francisco García Góngora o Fausto Romero Miura. Estos formaron una Comisión junto a otros miembros del mundo editorial y político de Almería y se pusieron en contacto con decenas de libreros, autores y editores de toda la provincia y la geografía española para acogerlos en Almería. En la capital había cinco librerías y todas ellas se mostraron predispuestas a participar.



Los precios por el stand oscilaban entre las 6.000 pesetas para los libreros y las 18.000 para los distribuidores. Llegado el final de verano había que hacer balance de la gestión de los preparativos y todo indicaba que podría ser un éxito: cerca de cuarenta editoriales y organismos se habían comprometido a participar en la edición almeriense, que se iba a celebrar entre el 5 y el 15 de diciembre. El 20 de noviembre fallecía Francisco Franco.




La primera edición
La muerte del dictador puso en peligro la celebración de la Feria, aunque finalmente se siguió adelante con los planes. En mitad del luto nacional y los cambios de gobierno que aupó al efímero Carlos Arias Navarro al frente del Gobierno, la Feria Nacional del Libro dio comienzo en Almería el 5 de diciembre de 1975.



Según relata la propia Voz de Almería (uno de los participantes más relevantes de la edición), la inauguración fue un éxito. Rezaba así: “Ayer tarde, con la lectura del pregón por Manuel Alcántara, fue inaugurada la primera Feria Nacional del Libro en Almería, único de España que se celebra en esta época del año. Miles de almerienses acudieron a su cita con la cultura escrita”.


La Feria, organizada en torno a la Plaza del Educador y el Paseo, no solo contó con los stands, sino que se celebró un sinfín de actividades culturales alrededor de ella: talleres de escritura, tertulias poéticas, concursos y tómbolas, etc. Las presentaciones de obras eran diarias, como la de la obra del Teniente-Coronel de la Guardia Civil, que presentó su obra (quizás autobiográfica) ‘La lucha contra el maquis’; o la reedición, impulsada por José María Artero a través del Ateneo, de la ‘Historia de Almería’ de Orbajena de 1689. Pero quizás una de las actividades más sobresalientes fue la de la ‘Tertulia Indaliana’, que organizó con Julio Alfredo Egea y Manuel Alcántara una ‘Poesía en dos tiempos’. ¡Quién pudiera viajar en el tiempo y asistir desde las sombras a tal encuentro!


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