El confinamiento recupera un oficio olvidado: el barrilero

El virgitano Eduardo Ortega dedica la cuarentena a recordar su primer trabajo

Marta Rodríguez
14:18 • 05 abr. 2020 / actualizado a las 16:50 • 05 abr. 2020

El confinamiento está llevando a recuperar oficios y tradiciones que se creían perdidos en la provincia. Las horas de cuarentena dan para mucho y ya son algunos los almerienses que, ante la prohibición de salir de casa, han decidido desempolvar las viejas herramientas y echar mano de esas destrezas que son como montar en bicicleta: nunca se olvidan.



Es el caso del virgitano Eduardo Ortega Martos, que está recordando su primer oficio, el de barrilero, que desempeñó allá por los años 70. "Este fue el primer trabajo que tuve y, como no hay nada que hacer, aquí estoy entretenido con esto", afirma en un vídeo que le ha grabado su mujer en el que se le ve trabajar en un barril. "Aquí lleva liado todo el día, como no puede salir a ningún sitio, pues ya ves", añade ella.



Nacido en 1952 en una familia de tradición barrilera, su padre Eduardo y su abuelo Telesforo se dedicaron a lo mismo. Eduardo comenzó a trabajar de aprendiz a los nueve años y estuvo empleado en las barrilerías de Fermín Enciso y Julio Lupión, ambas ubicadas en Berja. Los últimos barriles que se hicieron en la provincia salieron de sus manos en el año 1975.



Se trata de uno de los oficios emblemáticos de la provincia de Almería y está asociado a la cultura cultura parralera, en concreto a los dos siglos de prosperidad que experimentó el cultivo y la comercialización de la uva de mesa, la llamada Uva del Barco, cuya historia puede conocerse en el Museo Provincial de la Uva del Barco de Terque.



Según Alejandro Buendía, alma máter de los Museos de Terque, en la provincia solo quedan cuatro personas que conozcan el oficio de barrilero. Cada año se reúnen en la Jornada de Recuperación de Oficios Antiguos de este municipio del Andarax.






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