“El rugby, lo más inclusivo que he visto tras 9 años trabajando en discapacidad”

Roberto Aguado, director de la sección de rugby inclusivo de la Fundación URA Clan

Roberto Aguado, director de la sección de rugby inclusivo de la Fundación URA Clan.
Roberto Aguado, director de la sección de rugby inclusivo de la Fundación URA Clan. La Voz
Luis F. Bonilla
07:00 • 21 sept. 2019

Con la Copa del Mundo de Rugby en marcha resurgen historias que ensalzan los valores de un deporte que aguanta como puede las embestidas de una sociedad que lo devora casi todo. Una de esas nobles facetas es la integración intrínseca a una práctica que necesita de todo tipo de personas para poder realizarse. Incluso, como demuestra URA Clan, a las discapacitadas.



Tras media vida dedicada al trabajo junto a personas con discapacidad, Roberto Aguado (Bilbao, 1974) coge las riendas de uno de los proyectos más apasionantes del deporte almeriense: el equipo inclusivo de la fundación URA Clan. Una ilusionante iniciativa del equipo de rugby más grande de la provincia que tiene como objetivo promocionar este noble deporte entre todos los estratos de la sociedad con una premisa clara: integración.



¿Qué es URA Clan?



URA Clan es la Fundación del Unión Rugby Almería que está formada por tres pilares fundamentales: los equipos inclusivos, la promoción del rugby femenino y el trabajo con colectivos en riesgo de exclusión social. 



Entiendo que el objetivo fundamental de la organización es llevar el rugby al mayor numero de gente posible. ¿Pero a través de qué acciones?
Es el cuarto pilar: la promoción del rugby en toda la sociedad en general. Aparte de crear esos equipos, visitamos barrios y colegios realizando demostraciones. También invitamos a esos colectivos a que vengan a un partido, nos conozcan y puedan aficionarse.



¿Qué significa para ti hablar de “inclusión”?



Quizás sea una palabra que sobra, porque el rugby de por sí es un deporte en el que cabe todo el mundo y cualquiera puede participar. Pero en el caso de este proyecto en concreto, me refiero a que no es un deporte adaptado. Aquí juegan con las mismas reglas, prácticamente, que el resto de los equipos. Esto es algo muy importante porque juegan a la vez personas con y sin discapacidad. Lo ideal sería que todas las personas con discapacidad pudieran acabar incluyéndose en los entrenamientos de su grupo de edad.



Eso de mezclar a jugadores con y sin discapacidad puede sonar chocante. ¿Cómo se hace?

Hay dos maneras diferentes de ver el rugby inclusivo. La primera es el ‘rugby total’, en el que se juega a la manera tradicional, con placajes, etcétera. Luego hay otra perspectiva que trata de proteger un poco más a ciertos jugadores. Aquí es donde entra la figura del ‘facilitador’. Este es un jugador, que no tiene que coincidir con que tenga o no discapacidad y cuyo papel es el de guiar al resto del equipo. Una especie de entrenador dentro del campo que se elige por su experiencia o su buen manejo.


¿Cuánta gente hay ahora mismo implicada en el equipo inclusivo de URA?

Contando jugadores, entrenadores y facilitadores, estamos hablando de más de 50 personas. Es un número grande, pero es que, al final, es cierto que cuando ofreces este tipo de actividades a personas con discapacidad tiene muy buena respuesta. Yo llevo nueve años trabajando en temas de discapacidad y no he visto, hasta ahora, nada tan inclusivo como este proyecto.


¿Qué quieres decir con “tan inclusivo”?

Me refiero al trato de igual a igual. Lo habitual es encontrar grupos de personas con discapacidad realizando actividades, ya sea en una piscina, en el cine o en un encuentro, pero casi siempre es de esa manera. Por eso yo digo que esto es lo realmente inclusivo.


¿Y por qué el rugby?

Porque admite a todo el mundo. Seas alto, bajo, gordo o delgado, tengas o no discapacidad, cualquiera puede pertenecer a un equipo de rugby.


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