La exaltación de la Eucaristía de Ponce ante el Señor de la Cena

El colaborador de LA VOZ fue presentado por Isaac Vilches, presidente de la Agrupación

Jorge Ponce en el ambón de San Pedro durante la exaltación.
Jorge Ponce en el ambón de San Pedro durante la exaltación. La Voz
Álvaro Hernández
07:00 • 01 jul. 2019

Ante más de medio centenar de personas, con el terrible vacío que había dejado un día antes Manolo Guerrero y bajo la atenta mirada del Señor de la Cena. Así exaltó Jorge Ponce, recién entrado el verano, la Eucaristía en la parroquia de San Pedro, sede de su Hermandad de la Santa Cena.




El colaborador taurino de LA VOZ fue presentado ante los hermanos de la Santa Cena y demás cofrades almerienses que acudieron a la cita por Isaac Vilches, dos días antes de que el que fuera hermano mayor del Prendimiento ganara las elecciones que le han convertido en presidente electo de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Almería.




Con chaqué ambos, y con una cuidada selección musical que inundó la gran nave central de la céntrica parroquia, Jorge Ponce compartió su particular visión del Sacramento que exaltó desde el ambón de San Pedro.






Eucaristía



“Tal vez se reunieran los doce, cruzaran un atrio, y Él les esperara. Entrarían despacio, parsimoniosamente al cobijo de la candela, por las calles de Judea vagando o por Jovellanos avanzando ¿qué más da? Si todos los caminos llevan a Cristo...”, recreó Ponce, haciendo visualizar a todos los allí presentes cómo pudo ser aquella escena en la que nació la Eucaristía.




“En aquella estancia que bien podría ser una capilla como la que ahora los acoge, Cristo toma el cáliz y se hace amor. Se entrega, se hace cuerpo y se hace sangre, se hace pan y vino y nos sacia sed y hambre”, desmenuzó Jorge Ponce.




Todo, en una iglesia con una acústica no muy apropiada para este tipo de actos en los que cada palabra lo es todo, pero Ponce estuvo por encima de cualquier dificultad sonora, como el torero que lleva dentro, capaz de sobreponerse a una mala voltereta. Y a pesar del calor.  Allí presentes, mucho más que hermanos de la Santa Cena. De Prendimiento, de Estudiantes, del Perdón...


Costal

“¿Y si la Eucaristía no empezó en Jerusalén hace 2.000 años? ¿Y si la “Eucaristía empieza cada día en nosotros?”, preguntó Ponce.
Especiales palabras del exaltador para las imágenes que salen cada Domingo de Ramos sobre los costales de hombres como el propio Ponce, en lo que supuso uno de los momentos más intensos y sentidos de la exaltación.


“Mi Eucaristía está aquí, está en mi Hermandad y a los pies de este altar. Mi Eucaristía está aquí y donde esté mi familia, mi madre, mis amigos y mi futura mujer... La Eucaristía la encuentro cuando el Señor de la Cena pasa por delante de las monjitas, en las Puras, en las Esclavas o en las Claras, que son ángeles que viven en la tierra y que se achuchan para ver por una puerta, o por una ventana, siempre detrás de una reja, como el Señor de la Eucaristía las mira de reojo”, recitaba Ponce. Y todo, de chaqué y con música de Mozart y Font de Anta para una exaltación mayúscula.


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