Historia viva en la Alcazaba: el conjunto se convierte en un campamento militar

Durante el pasado fin de semana, el habitual viaje al pasado que supone cruzar el umbral de la Puerta de la Justicia de la Alcazaba ofrecía un ambiente aún más auténtico. No en vano, el tercer recinto del conjunto monumental ha acogido una recreación histórica que ha llevado a los visitantes hasta finales del siglo XV.

En concreto, una de las actividades estrella de la Alcazaba para este mes de noviembre planteaba la instalación de un campamento militar castellano a imagen y semejanza de aquellos que formaron parte de la Guerra de Granada entre 1481 y 1492, fecha en la que los Reyes Católicos tomaron finalmente la ciudad de la Alhambra.

El olor a leña ardiendo recibía a los visitantes que subieron hasta la explanada del tercer recinto: pronto empezaría a hacerse la sopa de cebolla y almendras con la que alimentar a la tropa.

No obstante, llegar hasta las cocinas de este campamento implicaba pasar antes por uno de los grandes atractivos del campamento, que no era otro que un coqueto taller de arqueología con el que los más pequeños descubrieron la apasionante misión de descubrir el pasado excavando la tierra que pisamos.

Así, durante todo el fin de semana los frecuentes grupos de turistas que accedían al conjunto monumental se entremezclaban con centenares de almerienses que acudieron a disfrutar de la recreación histórica.

Talleres

La programación incluía un total de 25 actividades, entre exhibiciones y talleres. Así, además de aprender a cocinar la comida propia de un campamento medieval, pequeños y grandes pudieron descubrir cómo se vestía a un caballero de la época (gracias a armaduras fabricadas en la actualidad en la República Checa), cómo era la caligrafía de entonces e incluso cómo luchaban los contendientes.

Una exposición de indumentarias en el interior de la Torre del Homenaje, un taller de cuero, otro de cota de malla y uno más de trabajo en madera completaban el amplio abanico de recursos históricos que podían ser descubiertos en la Alcazaba.

Todo ello, gracias a la Asociación Cultural Ante Bellum, venida de Granada para darle al conjunto un toque de historia viva que condujo a cientos de visitantes durante este fin de semana a dar un salto de más de cinco siglos hacia el pasado.