Manu Muñoz recorre en ‘Glitch’ “la línea entre lo previsible y lo inesperado”

La galería Acanto acoge hasta el 7 de diciembre una exposición con sus últimos trabajos

‘Waiting for the storm’ sirve de cartel para la muestra.
‘Waiting for the storm’ sirve de cartel para la muestra.
La Voz
07:00 • 20 oct. 2018

‘Glitch’, que puede traducirse como falla, tiene dos acepciones: un suceso repentino de mal funcionamiento o irregularidad en un sistema electrónico y un percance, error o mal funcionamiento. Sobre este concepto, Manu Muñoz (Cabo de Gata, 1977) articula su última exposición, once óleos sobre lienzo de formato mediano y pequeño, más dos dibujos a grafito, que desde anoche pueden verse en la galería Acanto de la capital (calle Javier Sanz, 5) en horario comercial (de 10 a 13.30 horas y de 17 a 20.30 horas de lunes a viernes y de 10.30 a 14 horas los sábados).




Tras un 2018 donde ha mostrado su obra en espacios de Miami, Ciudad de México, Oviedo y Barcelona, Muñoz cierra el año volviendo a casa con esta serie, en la que da un salto cualitativo en relación a sus trabajos inmediatamente anteriores y se instala definitivamente en lo que ya venía insinuando desde hace un par de años, cuando Acanto acogió su anterior muestra, ‘Into Nowhere’, en 2016.



Y esta novedad es que su sofisticada, colorista y vibrante figuración se ve envuelta e invadida por una sugerente abstracción que, al mismo tiempo que distorsiona las figuras, equilibra las composiciones en una suerte de armonía pictórica que ofrece al espectador una realidad plástica con entidad propia, más allá de los referentes reales que le sirven como pretexto para la creación de cada obra.



En palabras de Manu Muñoz, ‘Glitch’ se sitúa en la “línea entre lo previsible y lo inesperado”. Partiendo del concepto del retrato clásico (muy presente en la mayoría de las obras de esta serie), pretende empujar al espectador hacia ese poco habitado concepto de lo “no entendible”.



“La mente, por impulso natural, trata de ordenar y etiquetar todo aquello que engulle con la intención de clasificarlo y racionalizarlo. No hablamos de lo paranormal o de lo extraño, tal vez solo estemos hablando de lo inesperado. En este sentido, el ‘glitch’ puede dejar de ser una distorsión o fallo y convertirse en un discurso paralelo que escapa a lo reconocible, complementándolo o no, dotando a la imagen de un cierto misticismo accidental”, dice.






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