La belleza tras la decadencia de esos ‘Objetos olvidados’

Manuel Domínguez expone hasta el viernes en el Patio de Luces de la Diputación provincial

Evaristo Martínez
22:36 • 03 oct. 2017

Colchones desvencijados que siguen acumulando polvo tras décadas sin sentir el roce de una piel. Carpetas llenas de recortes de prensa que nunca volverán a ser leídos. Maletas por las que se escapan cartas amarillas sin acuse de recibo. Piezas de botica que hoy parecen tesoros de alquimista. El pintor y escultor Manuel Domínguez (Almería, 1954) ha abierto las ventanas de los trasteros familiares en la exposición ‘Objetos olvidados’, que puede contemplarse hasta el próximo viernes en el Patio de Luces de la Diputación.




La muestra consta de una treintena de obras, en las que se mezclan los bocetos originales y las acuarelas con el resultado final. “Siempre intento ofrecer algo nuevo. En este caso, mostrando tanto los primeros bocetos como otros más acabados así como el cuadro definitivo para que la gente pueda acercarse a todo el proceso creativo. Esos apuntes me sirven para probar con distintos encuadres de lo que veo y en otras ocasiones yo mismo compongo los elementos”, detalla el artista durante un encuentro con LA VOZ.




Las obras están realizadas en los mismos lugares que se ven en el lienzo, espacios como los trasteros en las azoteas de las farmacias de sus abuelos en Zurgena o en el garaje de sus suegros, en Castro de Filabres. “Son mis dos pueblos, lugares que me han marcado mucho, como Almería. Aunque yo nací aquí pasaba los veranos en Zurgena, de donde era mi padre”.




En una de las acuarelas puede verse la entrada al estudio del pintor Miralles, un pasillo repleto de vasijas. “La familia me invitó a una exposición homenaje y me dio reparo adentrarme en su estudio pero sí quise reflejar el espacio que llevaba hasta el mismo”.




Como reza el catálogo de ‘Objetos olvidados’, inaugurada el 15 de septiembre, esta muestra es un “homenaje” a aquellos objetos desechados, “almacenados en la oscuridad de algún desván, olvidados durante años”. Para Domínguez, el arte le ha permitido “sacarlos de su contexto” y convertirlos en el “centro de atención”, de forma que el espectador puede contemplar “la belleza y la poética que habita tras la decadencia”.




La exposición permite descubrir además la metodología de trabajo de Manuel Domínguez a través de audiovisuales de corta duración que tras la clausura podrán verse en su página web, www.manueldominguez.org. Allí también se ofrece información sobre los cursos y talleres que ofrece junto a su mujer, Carmen Martínez, en la Galería Arte Clásico de la capital.




Un imaginario personal en esculturas
Al margen de los cuadros, ‘Objetos olvidados’ reserva un espacio, en el centro del Patio de Luces, que permite disfrutar del talento de Manuel Domínguez como escultor. Son siete piezas que muestran a personajes salidos del imaginario “personal y ficticio” del autor. “Algunas fueron primero dibujos que luego he llevado a la escultura”, explica sobre las figuras, cuya anatomía interpreta y deforma con libertad.





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