Seis consejos para practicar deporte durante el verano

La llegada del buen tiempo invita a disfrutar de actividades al aire libre y a la práctica de deporte, ya sea de forma individual o en grupo. Sin embargo, aunque la realización de ejercicio siempre es beneficiosa para el organismo y en general para la salud, en los meses de verano es más importante que nunca adoptar una serie de medidas y tener en cuenta factores ambientales como el calor o la humedad.

Tal y como asegura José Javier López Marcos, entrenador personal y fisioterapeuta de Blua de Sanitas, “no existe un deporte más o menos adecuado durante los meses de buen tiempo sino que esa elección dependerá de los objetivos, de la experiencia y de los gustos de la persona que lo vaya a realizar”. Si bien es cierto que el verano permite abrir el abanico de posibilidades y poder disfrutar de la realización de deportes restringidos a una época del año concreta como los acuáticos, según el entrenador, actividades como caminar o montar en bicicleta, o la realización de deportes de equipo son propuestas igualmente válidas para desarrollar en estos meses.

En este sentido, lo que sí es importante, según el experto, es tener en cuenta una serie de factores para que la práctica deportiva al aire libre en los meses de primavera y verano no nos pase factura:

1. Hidratarse adecuadamente

Hay que prestar especial atención a la hidratación ya que la sudoración por las temperaturas suele ser mayor y la deshidratación suele ser habitual si no se tiene en cuenta un aporte hídrico adecuado. “La recomendación es mantener una hidratación continua cada hora, salvo que exista sensación de sed, aspecto que nos indica que la deshidratación ya es real y, por tanto, hay que adelantar el momento de la hidratación”, señala José Javier López Marcos. Además, indica que hidratarse únicamente con agua “sería insuficiente ya que cuando sudamos haciendo actividad física no sólo perdemos líquido sino también sales”.

2. Aprovechar las primeras y las últimas horas del día

Es conveniente evitar las horas centrales del día, así como los días excesivamente calurosos porque la termorregulación no será adecuada y podremos llegar a sufrir los temidos golpes de calor, producidos porque el cuerpo no es capaz de bajar la temperatura con sus propios mecanismos aumentando la temperatura corporal.

3. Dosificar la actividad

Las condiciones ambientales de estos meses de buen tiempo invitan a hacer actividad física durante un periodo mayor y podemos llegar a sufrir lesiones por sobrecarga, por tanto es fundamental dosificar la actividad. En este sentido, el experto asegura que las rutinas de calentamiento no tienen que sufrir modificaciones, pero sí las pautas de hidratación “ya que es muy probable que nuestros niveles hídricos lleguen mermados a la actividad física por las condiciones ambientales”.

4. Utilizar ropa adecuada

“La ropa de alta transpiración nos permitirá reducir los efectos de la termorregulación y, por tanto, reducir muchos de los efectos del calor”, afirma López Marcos. Además, hay que evitar colores oscuros y tejidos nuevos porque el rozamiento será mayor y podrían generar abrasiones en la piel no deseadas.

5. Alergias a raya

Tal y como asegura el experto de Sanitas, hay que prestar también atención a los procesos alérgicos, muy habituales en esta época del año. Según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), en España existen ocho millones de personas alérgicas al polen y aunque estos procesos “no son incompatibles con la práctica de ejercicio, si no se prevén pueden ocasionarnos algún susto”. Revisar los niveles de polen en el ambiente antes de iniciar la práctica de ejercicio, hidratarse al máximo, evitar las horas de más concentración de polen y ducharse inmediatamente, son algunos consejos a tener en cuenta.

6. Protegerse del sol

En cuanto a la protección solar, los expertos recomiendan utilizarla siempre, sobre todo en la cara y en las zonas más sensibles. No influirá en el rendimiento y evitará quemaduras y otros posibles problemas. Además, de cara a la realización de actividades acuáticas, el recurrir a productos resistentes al agua será un aspecto fundamental. Para la protección de los ojos mediante gafas de sol es importante que el tipo de gafa por la que se opte no altere las imágenes ni la visión, que filtre y elimine la radiación ultravioleta y que los materiales sean resistentes y materiales estables ante el calor.