Un matrimonio debe elegir entre uno de sus nietos tras el asesinato de su hijo

Su nuera fue quien mató a su hijo y está en la cárcel

El juez tomó una decisión salomónica y le obligó a repartirse los niños.
El juez tomó una decisión salomónica y le obligó a repartirse los niños. Pixabay
Cadena SER
20:52 • 01 ene. 2019

Ian y Linda Simpson, unos abuelos de 69 años de Norfolk, en el este de Inglaterra, han sido obligados por las autoridades chinas a elegir entre uno de sus dos nietos, de 8 y 6 años, después de que su hijo, británico, fuera asesinado por su esposa china, la madre de los niños, y dejar el otro en China. La pareja está luchando por conseguir la custodia de los dos y reunirlos en Inglaterra, según informa la Cadena SER.



Michael Simpson, el hijo, que tenía 34 años cuando fue asesinado, era un ejecutivo de la firma de moda Next enviado a Shangái en el 2010 para supervisar la expansión de la compañía en China. En la oficina conoció a Weiwei Lu, con quien se casó y tuvo dos hijos. En marzo de 2017, cuando se produjo el fatal incidente, la pareja llevaba un año envuelta en un agrio divorcio, con ella acusándolo de quedarse más tiempo con los pequeños.



Un día Weiwei apareció en el apartamento de Michael, que compartía con su nueva compañera en Shangái, y en un ataque de ira, le acometió con un cuchillo propinándole dos navajazos letales a él en el cuello e hiriendo a su pareja. La mujer fue condenada de por vida entre rejas y los dos hijos, Jack, de 8 años, y Alice, de 6, fueron enviados con su abuela materna en un pueblo de la remota región de Nanzhang, en el centro de China, donde viven en una situación precaria.



La familia china les cortó la comunicación con los abuelos ingleses. Éstos llegaron a ofrecerles el perdón a su hija para reducir la sentencia a la mitad, pero rechazaron el ofrecimiento. Hace unos días los Simpson viajaron a Nanzhang para asistir al juicio por la custodia de los niños. El juez tomó una decisión salomónica y le obligó a repartirse los niños. Eligieron a la niña. Además, tuvieron que pagar además 9.000 libras (unos 10.000 euros) a la familia de su nuera. 



“Estamos muy contentos de llevar a Alice a casa, pero nos rompe el corazón tener que dejar a Jack atrás", expresó Ian a medios británicos antes de emprender el viaje de vuelta. "Linda (su esposa) lloró y me preguntó: ¿cómo podemos separarlos? Pero al final tuvimos que elegir entre volver a casa con Alice o irnos sin ninguno de nuestros nietos. Podríamos haber perdido a los dos para siempre”.






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