Los Premios Almería de LA VOZ celebran sus diez años de vida

Orgullo de ser almeriense. Orgullo de los equipos humanos que hay siempre detrás de los grandes proyectos. Orgullo de saber que la constancia y el tesón consigue superar cualquier dificultad. Y orgullo de saber crecer siendo los mismos que fuimos.

Con esa sensación de orgullo de la tierra y de sus vecinos se celebraban los X Premios Almería de La Voz congregando en el patio de butacas del auditorio municipal ‘Maestro Padilla’ no solo a la flor y nata de la sociedad y la política almeriense, sino también, a aquellos sin los que este periódico no sería nada desde el mismo día de su creación: sus lectores. Y es que ustedes, esos que se sientan a pasar las páginas de papel cada mañana o que en cualquier momento del día hacen click en la versión digital, son los protagonistas del día a día de una ciudad, de una provincia, que crece, que avanza, que se ilusiona y se siente orgullosa del trabajo conjunto que entre todos hacemos para seguir creciendo. Unos premios que contaron con la colaboración de Cajamar, Cuellar, Albaida, el Ayuntamiento de Almería y Vera Import.

Sentados en las primeras filas del auditorio se encontraban los premiados de la noche. Almerienses comprometidos que vieron su esfuerzo diario recompensado en forma de premio y de aplausos de los suyos. 

Pero vayamos por partes. La noche comenzaba de la mano de ‘Los 80’s, una movida de musical’ que, sin lugar a dudas, no dejó indiferente a nadie. Y es que, todos estuvieron ‘Bailando’ sin preguntarse ‘A quién le importa’ y dando un salto mortal hasta la llegada al escenario de Álvaro Hernández y Ana Márquez, conductores de la gala.

A partir de ahí todo sonó con la misma canción: orgullo, superación y trabajo en equipo. Lo destacaba el director de La Voz, Pedro Manuel de la Cruz, cuando ponía en valor el cambio en la actitud de los almerienses que miran con optimismo a una provincia que “es el laboratorio del siglo XXI” por su uso del agua, por ser tierra de acogida y por producir más por menos". Quizá sea, ojalá, un siglo marcado por los médicos educados en la Facultad de Medicina del campus de la UAL. Si es así, serán facultativos “buenos profesionales, humanos, empáticos y sensibles a las necesidades de los pacientes”, porque eso es lo que quiere su propio decano, Gabriel Aguilera. Y es que trazar las metas en el nacimiento es fundamental.

Y de metas saben muchos los jugadores de la UD Almería y su entrenador, Joan Francesc Ferrer Sicilia, Rubi. Ellos, que nos hicieron soñar durante todo el pasado año para despertarnos rodeados de la magia que tiene el volver a la primera división, recogían el premio aún emocionados reviviendo todo lo que ocurrió en las calles de la ciudad esos días más rojiblancos que nunca, pero como bien dijo Fernando Martínez, llegaba a sus manos “gracias a todos los trabajadores del club, aunque los jugadores y el cuerpo técnico sean la cara visible”. Lo dicho, sin trabajo en equipo, no hay éxito.

De triunfar sabe mucho Pedro Caparrós. Su grupo, reconocido como premio a la innovación, dejó sobre la mesa dos frases que marcan Almería: “lo importante no es ser grande sino hábil y útil” y “siempre merece la pena intentarlo”. Esto le ha hecho grande a él y la provincia. Se parece mucho a las palabras de escuchó Manuel Bautista de boca de su padre cuando en 1990 iba a comenzar a hacerse cargo de Casa Sevilla, ese rincón de la gastronomía almeriense que lleva casi 65 años con nosotros: “trabaja duro, sé constante, no decaigas, trata con mucho cariño y educación a los clientes, lo demás llegará solo”. Si existiera una fórmula matemática para el éxito se parecería mucho a esta.

Seguro que Diego Ferrón y todos los miembros de la oficina de Crash Music la firmaban. Ahora, añadirían dos premisas: soñar y hacerlo para todos. Y es que cuando surgió la idea de poner en marcha el Cooltural Fest, ni los más fieles (me incluyo) pensaron que en cinco años sería uno de los festivales más asentados del panorama musical español, y además, que sería un lugar ideal para todos. Gracias a la fundación ‘Music for all’ han convertido este espacio musical en una ventana abierta a la igualdad y la felicidad, porque de eso se trata la música, ¿no? Decía Ferrón, que nombró uno a uno a los locos que cada día comparten su “pasión”, que estaba orgulloso de lo conseguido, mientras Diego Cruz, concejal de Cultura, lo está de lo que vendrá. Del futuro, de un futuro que ha pasado en esta ciudad por las manos del premio más emocionante de la noche. Es uno de esos reconocimientos que sabes que son merecidos, que se producen demasiadas pocas veces, pero que dan vida, dan luz, la misma que tantas veces ayudó ella a traer al mundo. Pilar Giménez Lalanza, matrona durante casi 42 años, dijo sentirse “abrumada” por el reconocimiento y nos emocionó a todos con una frase: “estoy orgullosa de ser matrona y de ser almeriense”. Y nosotros lo estamos por tenerte.

Poco más había que añadir en una gala en la que el vicepresidente de la Diputación Provincial, Eugenio Gonzálvez, hizo gala de todo lo que se había premiado en la provincia por lo bien que se trabaja en ella, y en el que la alcaldesa de Almería, María del Mar Vázquez, dejaba claro que “no tenemos miedo a las inclemencias del futuro” y nos invitaba a “seguir siendo atrevidos”.

Y es que queridos lectores, en estos tiempos inciertos, de cambio y de prisas, estos premios pusieron en la palestra la realidad de cada día de nuestra ciudad. Orgullo de nuestra gente, trabajo duro y constante, ilusión desbordante y sin miedo a lo que vendrá.