Adra

El negocio que endulza a Adra entera desde 1959

Media lunas, tartas, cremas o el “dulcecico de cucharica”, entre su producción artesanal

Una de las simpáticas y sonrientes dependientas junto al gran surtido
Una de las simpáticas y sonrientes dependientas junto al gran surtido Pepe Cazorla
Pepe Cazorla
11:53 • 30 dic. 2022

Desde 1959 la Confitería Pastelería San Isidro endulza a Adra entera con su elaboración propia y el aroma de sus pasteles. Su fundador fue Manuel Maldonado Manzano, y hoy en día, es su hijo, José Manuel Maldonado y esposa Toñi Viso, los propietarios de la pastelería junto a unas cuantas y agradables dependientas.



Un lugar de culto y peregrinaje donde cualquiera cae rendido a sus tentaciones, algo que hace imposible no pegar la nariz en su escaparate a rebosar de auténticas tentaciones. La base y la esencia de las fórmulas de Pastelería San Isidro siguen siendo las mismas.



Pastelería San Isidro vive entre el bullicio de Natalio Rivas la calle más concurrida de Adra y por la cantidad de gente que se agolpa en sus puertas esperando turno, por ese olorcico a dulce caliente que desprenden o porque exhiben los pasteles que se comían en casa del abuelo.



A esta pastelería emblemática de Adra, algunas recetas han evolucionado, pero otras mejor no cambiarlas. Siguen el mismo sistema de producción artesanal desde sus orígenes: el toque secreto.



La modernización del local llegó también en sintonía con los nuevos tiempos y corrió a cargo de la decoradora almeriense Marisa Cuadrado junto con Eduardo Jiménez del estudio Carman Interiorismo en Almería, que realizaron hace un año tanto el diseño de la reforma integral como la dirección de obra de la pastelería San Isidro de Adra.



Se buscó actualizar la imagen, pero a la vez seguir trasmitiendo esa esencia que tiene un negocio como este que lleva realizando  la elaboración artesanal de todo tipo de pasteles desde 1959.



Una pastelería tradicional siguiendo fórmulas antiguas con ingredientes de primera y productos de proximidad. 



La famosa media luna, cremas ,tartas, yemas, murcianas, bollos de chocolate o el rey de la casa, el de toda la vida: el "dulcecico de cucharica", son algunas de las especialidades que desde antaño salen del obrador. Mucha gente se los sigue llevando porque eran el dulce que les regalaban sus anteriores generaciones, y ellos no quieren perder la tradición sea la época del año que sea.


Un negocio familiar que ha sabido, no sólo sobrevivir al paso de los años, sino también adaptarse a los nuevos tiempos con ingredientes de primerísima calidad y seguir teniendo una influencia en el sector pastelero artesanal.


Nos encontramos ante un establecimiento con un gran futuro por delante que hizo, hace y hará felices a muchas generaciones.


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