El día que el Barça destrozó al Almería

Victoria por 0 a 8 y cese de Juanma Lillo

Tony Fernández
11:46 • 24 feb. 2023

Era la jornada 12 de la Liga 2010-11 y Guardiola llegaba a Almería para medirse a un viejo conocido: Juanma Lillo. El entrenador donostiarra había salvado al Almería la pasada campaña y repetía curso con un club convulso donde Alfonso García pedía resultados a corto plazo.



Aquella tarde se saludaron los entrenadores con cariño y se despidieron sin saber Lillo que lo haría para tiempo en la Liga de las Estrellas, ya que Alfonso García lo puso en la calle: mitad mala racha y mitad resultado humillante. Fue una paliza en toda regla para unos aficionados que no daban crédito del festival azulgrana, con un 0 a 5 al descanso y tres más en la segunda mitad.



Iniesta Bojan y Messi



El Barça de aquella Liga era bueno y el Almería no terminaba de coger el ritmo de temporadas anteriores. Guardiola plantó en el campo esta alineación: Víctor Valdés; Dani Alves, Puyol, Fontás, Maxwell; Xavi (Thiago, m. 46), Mascherano, Iniesta (Keita, m. 46); Pedro (Bojan, m. 55), Messi y Villa. Ellos convirtieron el partido en una fiesta y desactivaron el entramado de Lillo, buen conocedor de la casa azulgrana y que puso en el campo a: Diego Alves; Michel, Carlos García, Santi Acasiete, Juanma Ortiz; M’Bami, Bernardello, Fabián Vargas; Corona, Piatti, y Goitom.



Los goles iban cayendo en carrusel y para la historia del fútbol fueron anotados por este orden: 0-1, m. 16: Messi. 0-2, m. 18: Iniesta. 0-3, m. 26: Acasiete en propia meta. 0-4, m. 35: Pedro. 0-5, m. 36: Messi. 0-6, mm. 61: Bojan. 0-7, m. 66: Messi. 0-8, m. 77: Bojan.



Messi se llevó un balón para su colección por los tres goles anotados si bien Bojan e Iniesta fueron los grandes protagonistas de un marcador para la historia, con un Diego Alves desarbolado bajo los palos viendo como la pelota no paraba de entrar y salir de su portería.



Muchos se fueron del campo al descanso con el 0 a 5 mientras los azulgrana que había en el Mediterráneo se lo pasaban ‘pipa’ viendo jugar de fantasía al equipo de Guardiola. Esa misma Liga el Real Madrid le hizo otros ocho goles.



Lillo a la calle

Alfonso García soplaba en el palco viendo la debacle de su equipo, mientras buscaba recambio para el banquillo. La prensa barruntaba movida tras el partido y antes de la medianoche Lillo ya formaba parte de la historia del club y cerraba su etapa rojiblanca ante un Barça y frente a un entrenador: amigos.


Todo lo que pasó después de aquel partido nada tuvo que ver con esta gran paliza.


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