ANÁLISIS: Espectáculo de buen fútbol

Rubi volvió a introducir variantes en su once inicial

Luis Suárez celeba su primer gol en el Almería.
Luis Suárez celeba su primer gol en el Almería. Juan Sánchez
Miguel del Pino
14:37 • 28 ene. 2023

Estoy muy decepcionado con Diego Martínez, entrenador del Espanyol al que admiro como técnico porque creo que es de los mejores de nuestro fútbol, por sus manifestaciones tras el partido del viernes en Almería. Todos sus argumentos para ‘justificar’ el descalabro de los suyos apuntaba a que el equipo que dirige había firmado su peor partido de la temporada sin mencionar para nada los posibles méritos del rival que, digo yo, deberá haber tenido.
    



Es posible que efectivamente el conjunto españolista ofreciera en Almería su peor imagen de toda la primera vuelta, pero nunca debió ignorar que el partido era cosa de dos y si uno lo hizo muy mal a lo mejor tiene algo de culpa el buen hacer del contrario.
    



Esa, en mi modesta opinión, es la clave del encuentro que vimos y disfrutamos el viernes. Rubi volvió a introducir variantes en su once inicial respecto al choque de Mestalla. Pozo, Babic, De la Hoz, Embarba y Luis Suárez se unían a los seis ‘intocables de Rubi’ para formar el bloque con el que hacer frente al mejor Espanyol de la temporada. Todo con su dibujo habitual modificado ligeramente cuando Portillo entró en escena para suplir a Embarba.
    



El Espanyol comenzó como dominador y volcado sobre el área local parecía que a la parroquia rojiblanca le iba a tocar sufrir. Pero esta sensación tardó bien poco en disiparse. En el minuto 9 una gran acción individual de Pozo estuvo muy cerca de convertirla en gol Embarba. Fue el toque de asalto a la meta rival de los nuestros y el comienzo del calvario para los catalanes.
    



Una retaguardia firme y bien colocada con Babic de capitán general. César de la Hoz como guardián de su zaga. Robertone y Melero como grandes catalizadores del juego de los suyos. Sólo hacia falta que los tres más adelantados respondieran al trabajo de sus compañeros. Y ciertamente lo hicieron con creces. Embarba con su velocidad, habilidad y verticalidad desestabilizó el lado derecho de la defensa visitante. La calidad de Baptistao estableció diferencias. La amenaza de Luis Suárez sembró el pánico en los centrales.
    



Anáisis



Las ocasiones se sucedieron y antes de llegar al primer cuarto el cafetero ya había convertido la amenaza en realidad con un tanto de Killer que abría para los suyos el camino de la victoria y para sus seguidores hacia la felicidad y el éxtasis.
    



Los visitantes acusaron el golpe, apenas si reaccionaron y recibieron con alivio la llegada del intermedio. De inicio volvieron a tomar las riendas del juego. Incluso a los cinco minutos soñaron con un penalti que no llegó. Volvió a cambiar la dirección del juego; los de Rubi tomaron el mando y no permitieron ningún tipo de reacción de los barceloneses ya que nada más cumplirse el primer cuarto Baptistao daba al Espanyol la estocada final superando al meta visitante que había tenido que despejar dos lanzamientos previos de Suárez y Embarba.
    

El Almería se gustó, mandó y templó. La entrada de Portillo por Embarba potenció la línea de creación local otorgando mayor presencia en ataque de Akieme. Llegó el tercero del malagueño y pudieron llegar algunos más. Con el tanto de Joselu en el descuento el Espanyol salvó el honor en un mal partido del que mucha parte de culpa tuvieron los pupilos de Rubi.
    

El juego, una vez más, conectó con la grada. Los más de once mil incondicionales que acudieron al partido desafiando el frío y el que se jugase en horario laborable, se lo pasaron en grande. Bufandas al viento, cánticos de entusiasmo, abrazos y el despliegue de los sentimientos que el fútbol genera. El éxtasis llevó incluso a que en las gradas apareciera la ola, símbolo del divertimento futbolero. Una gran noche para disfrutarla toda la semana. No se ha logrado el objetivo, queda mucho camino, pero la felicidad de la fiesta deportiva del Mediterráneo no se la va a quitar nadie a los abonados indálicos.
  

 Dirigió el partido el gallego Iglesias Villanueva por enfermedad de Pizarro Gómez. Acertó en la mayoría de sus decisiones. Resolvió con acierto la jugada más polémica. En el minuto 50 con la caída en el área local de Joselu por entrada de De la Hoz. Jaime Latre llama a consulta a Iglesias. Analizan la acción completa, observan la existencia de la falta dentro del área pero también que la jugada se inicia en un fuera de juego, que es lo que señaló. Para eso está el VAR, para acertar. 


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