Otro de los problemas que ha detectado Rubi en la UD Almería tiene que ver con la finalización de jugadas. Le preocupa que son capaces de llevar el balón a situaciones de peligro, aunque a la hora de decidir el último pase siempre hay un error, un fallo que terminan pagando. En este sentido señala que Umar Sadiq lo pasa muy mal si no para de buscar el espacio y después no le llega la pelota: "Mi tarea es detectar los errores que tiene el equipo. Si nos ponemos a mirar los partidos de Amorebieta y Ponferradina nos damos cuenta de que recibimos a diez metros del área y no pasa nada, y aunque sea la parte más difícil, hay jugadores que lo pueden hacer mejor. Ahí Sadiq prueba a hacer desmarques y al ver que no le llegan balones pues se pone nervioso".
Autocrítico
El Rubi más autocrítico recuerda que el Almería continúa apostando por gente joven, proyectos de futuro, que a veces tienen que caerse y fallar para aprender cómo se mueve el fútbol de alto nivel. Le pide más a los hombres de ataque y respalda a un Babic que debutó yendo de menos a más en El Toralín: "El problema es que regalamos situaciones de gol al rival cuando nosotros tenemos la pelota. Algunos fallos son de jugador en construcción y no hay que darle más vueltas. Luego arriba también hay que estar más finos. Con Babic hemos acertado plenamente en el juego aéreo".
El mensaje
Dos derrotas en cinco jornadas son muchas para un aspirante, aunque Rubi recuerda que los grandes candidatos tampoco han iniciado bien la competición. Que nadie se suba a la nube en la victoria ni se hunda en la derrota es el análisis de un entrenador que ha mirado a la cara a sus jugadores: "Sabemos que no somos invencibles, que hay cosas a mejorar, y que la Segunda es difícil para todos. Somos muy exigentes con los futbolistas y creo que a veces nos volvemos blanco o negro, y no creo que deba ser así tan pronto. Ahí dentro, el vestuario, hacemos mucha autocrítica".
Respetando al máximo al Alcorcón, un equipo que "este año viene apostando seriamente por sacar la pelota desde atrás", el técnico rojiblanco considera que los alfareros han hecho "buenos partidos" que no se tradujeron en puntos. En cuanto a los suyos, dice que hay una sensación diferente por la derrota en Ponferrada y se quieren desquitar: "Siempre que se pierde se genera un punto de angustia cuya forma de olvidarlo es ganando el siguiente".
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