Una imagen irrepetible

Ahora que se celebran los 20 años de vida del mejor Almería de todos los tiempos, mirando la imagen para la historia uno empieza a notar ausencias muy importantes. Hombres irrepetibles como Rogelio Hidalgo, Pepe García Hueso o el mítico Pepe Guijarro, ya no están con nosotros, pero su recuerdo y su legado futbolístico siempre estará presente entre los aficionados de Almería.

Mirando la fotografía uno encuentra en los extremos a Paquitico, a la izquierda, y a Manolo García, a la derecha, como abriendo y cerrando la lista de los grandes protagonistas. La imagen de un día que cambió para siempre la historia del balompié en nuestra provincia.

Rogelio Hidalgo
Uno de los grandes presidentes que ha tenido el Almería ha sido Rogelio Hidalgo. Un hombre que apostó por los jugadores de la tierra y fue testigo del último ascenso a la Liga Profesional con aquel UD Almería de Casuco, que con un presupuesto de mitad de la tabla en aquella Segunda División B, subía a la categoría de plata con deportistas de la casa. Rogelio Hidalgo tuvo una directiva fuerte y a Guillermo Blanes como aliado para hacer realidad el primero de sus sueños.

Pepe Guijarro
El presidente del Polideportivo Almería que más lejos llegó en lo deportivo, siempre fue un hombre del nuevo Almería desde la Tribuna del Mediterráneo, y cada vez que se le llamaba a palco se daba una vuelta por allí y dejaba constancia del amor a su Almería. Se dejó el alma y mucho dinero por el Poli, y entraba sin rencor en el nuevo Almería de todos los almerienses, consciente de que la división no podía continuar llevando al fútbol provincial a la ruina.

Pepe García Hueso
Era el jefe de taquillas y consejero del Almería CF con voz y voto en el área deportiva. Un hombre de total confianza de Guillermo Blanes que ‘fichó’ por el nuevo club siendo el responsable de las entradas para 4.000 primero y 22.000 después.

Por sus manos pasaron las localidades del Almería-Real Madrid y del Barça. Colocó el cartel de ‘no hay billetes’ el día del ascenso frente a la Ponferradina, y hasta el último de sus días fue un ejemplo para los consejeros del Almería. Alfonso García depositó en él toda su confianza, siempre.