El V Maratón de donantes se salda con donación y media por minuto

En apenas cinco ediciones, el Maratón de donación de sangre de Almería ha duplicado el número de participantes. En 2008 fueron algo más de cuatrocientos los donantes que se acercaron al Pabellón Rafael Florido de la capital. El año pasado, 780 personas concurrieron a la convocatoria y ayer se superó ligeramente la cifra. El objetivo: cumplido.
Las macrocolectas de donación que programa el Centro de Transfusión Sanguínea suponen un reclamo importante, recuerdan a donantes y ciudadanos en general la importancia de la donación y permiten, antes de la época veraniega, hacer acopio de sangre y hemoderivados para “pasar el verano sin problemas de sangre”. Así lo entiende el responsable del Centro de Transfusión, Arif Laarej, que se siente orgulloso de la generosidad y solidaridad de los almerienses. “No hemos tenido que hacer llamamientos de urgencia” y hoy todos saben que la sangre se necesita “todos los días”.
Isabel Ventaja Aramburo, de 38 años, lo tiene claro. Se hizo donante en la Universidad y desde que tenía 20 acude con regularidad a donar. “No cuesta nada y viene bien”, dice. Manuel Zapata González, tiene 41 años y es donante desde los 18. Su grupo, cero negativo, le convierte en un donante “apreciado”. Acude a las maratones al igual que lo hace a los recordatorios del centro que ya avisa de los puntos de donación, a través de SMS.
Para esta edición, han sido cientos los donantes que han recibido “la llamada” del centro y no han defraudado. En los primeros 40 minutos de la donación, ya se habían acercado al pabellón deportivo más de setenta donantes.
Para atenderlos, un total de 38 sanitarios del centro de transfusión de Almería, más algunos procedentes del centro de Granada, recordaba Carmen García Yebra, supervisora de enfermería.
“Tener más de 18 años y más de 50 kilos”, únicos requisitos para desarrollar una función vital, insiste Ignacio Calzada Hernández, celador conductor del Centro de Transfusión, que propone a los almerienses acercarse a donar siempre que puedan, bien a Torrecárdenas, bien a través de la autohemoteca en el centro mismo de la capital, los martes y jueves por la tarde.
Y si la ciudadanía se acercó ayer desde las diez de la mañana y hasta las nueve y media de la noche para donar sangre, los políticos no defraudaron. Varios fueron los concejales que se acercaron hasta el Rafael Florido. Los más madrugadores, Rafael Guijarro y Juan Carlos Usero. “Esto no quita apenas tiempo y sabes que es positivo. Siempre hay alguien que pueda necesitar la sangre”, decía el edil socialista que, antes de acudir a la llamada de Salud había “contagiado” su entusiasmo entre sus compañeros de partido.