Gádor

Muestra una placa falsa y ‘obliga’ a los vigilantes a registrar al público

La Guardia Civil imputa a la chica un delito de usurpación de funciones en una velada en Gádor

Velada de kickboxing en Gádor, en una imagen de archivo (FOTO: AYTO. GÁDOR)
Velada de kickboxing en Gádor, en una imagen de archivo (FOTO: AYTO. GÁDOR) La Voz
Javier Pajarón
07:00 • 14 dic. 2021

La Villa de Gádor celebró la noche del pasado 4 de diciembre una velada de boxeo y kickboxing. Competidores profesionales y amateur cruzaron golpes en las instalaciones del pabellón de la localidad, en un evento diseñado como una gran fiesta para los amantes de los deportes de contacto en la provincia de Almería. Una gala para superar las restricciones de la pandemia.




Sin embargo, nadie esperaba en las instalaciones que otro espectáculo se gestara a fuego lento más allá de las dimensiones del cuadrilátero. Una presunta agente “secreta” de la Guardia Civil había ordenado identificar y registrar a todos los asistentes en la búsqueda de estupefacientes.




El episodio coloca en el foco a una joven de solo 18 años de edad, vecina del municipio de Gádor, a la que se le imputa un presunto  delito de usurpación de funciones públicas por identificarse como guardia civil. Según las primeras investigaciones sobre el episodio, la chica es una apasionada de la Benemérita, a cuyo cuartel se había personado en varias ocasiones para interesarse por el trabajo de los agentes.



La noche de la velada  se presentó en el pabellón de Gádor con una placa de la Guardia Civil comprada en un tienda de materiales y souvernires del cuerpo y se hizo pasar presuntamente por una agente de paisano en una misión contra el tráfico de drogas. “Estaba dentro en una mesa cuando me preguntaron si yo había mandado a la secreta, pero yo no sé nada”, explica la alcalde de Gádor, Lourdes Ramos (PP).

Registros



Según las diligencias, la supuesta agente del Instituto Armado esgrimió rápidamente la placa y conminó a los miembros de la seguridad privada contratada para el evento pugilístico que registraran al público en busca de estupefacientes. La chica, de solo 18 años de edad y sin ningún ‘compañero’ a la vista, siguió a los vigilantes mientras ‘requisaban’ pequeñas dosis de drogas y se las entregaban para la elaboración de unas supuestas actas con propuestas de sanción.




No ha trascendido el número de supuestos decomisos ni el tiempo que la joven presuntamente empleó en las identificaciones a los asistentes antes de la llegada de la verdadera Guardia Civil a las instalaciones deportivas. En el pabellón deportivo había en torno a 200 asistentes en el momento del suceso, según fuentes municipales.




La Benemérita pidió a la muchacha que se identificara con su TIP (tarjeta de identidad profesional) y mostrara la placa que la acreditaba. Luego la arrestó acusada de la comisión de un presunto delito de usurpación de funciones públicas y de intrusismo.  “El que ilegítimamente ejerciere actos propios de una autoridad o funcionario público atribuyéndose carácter oficial, será castigado con la pena de prisión de uno a tres años”, señala el artículo 402 del Código Penal.

Diligencias



La Guardia Civil elaboró diligencias contra la chica que, a pesar de ser detenida, quedó inmediatamente puesta en libertad. Los agentes habrían tomado declaración al personal de la empresa de seguridad para aclarar las condiciones en las que se presentó en el pabellón y exactamente qué datos ofreció sobre su pertenencia al Instituto Armado esa noche en Gádor.


Las diligencias se entregarán en el Juzgado de Instrucción. Será el magistrado instructor del proceso el encargado de citar a la joven si halla indicios de responsabilidad penal para que pueda defenderse. El caso presenta igualmente algunas incógnitas como la hipotética comisión de otros delitos, ya que la investigada se hizo mediante un presunto engaño con posesiones que eran de los asistentes y fueron entregadas por los vigilantes a petición suya. Esta parte quedará para la instrucción judicial.


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