Un recorrido literario para revivir la Almería vaciada

La Almería vaciada, una prima más austera y seca de la gran España vaciada, se resiste a desaparecer, ya bien entrado un siglo XXI en el que parece que no tiene cabida. Es una tierra que languidece de abandono pero que sigue viva aún en el recuerdo de muchos, y que ha dejado su impronta también, a través de una memoria colectiva transmitida de padres a hijos, en las nuevas generaciones, que empiezan ahora a entenderla y reivindicarla.

Pasado y presente

Este verano, la nueva entrega de la colección ‘Narradores Almerienses’ de Arráez Editores, nos transporta en un recorrido literario hasta la nostalgia y el vacío de unos pueblos y cortijadas que han quedado olvidados, condenados a una muerte lenta y agónica; pero también y por contraste nos llevan en un viaje hacia atrás en el tiempo a una época en la que esta ‘Almería vaciada’ estaba llena: llena de personas con sus vidas, sus alegrías y sus sufrimientos, llena de bancales cuidados que teñían los campos de verde y del rumor del agua corriendo por las acequias. Llena, en fin, de una forma de vida en peligro de extinción, que era mucho más precaria, pero también mucho más libre, natural e incluso, tal y como recuerda la protagonista de uno de los relatos, mucho más ecológica.

Como los protagonistas de ‘El Llano de los Pinos’, ‘El halcón y la presa’, ‘Mi aldea’ y ‘Cerro Alto’, las cuatro historias de la primera entrega de esta serie de relatos de verano, miles de almerienses también tuvieron que emigrar en busca de un bienestar que su tierra les negaba. Lo encontraron, pero guardaron siempre una nostalgia de pueblo, un hambre voraz por la vida simple y la luminosa amplitud del campo almeriense. Estos relatos, que se pueden adquirir con La Voz de Almería los domingos, son un homenaje a ese mundo añorado.