Vera

El traslado de la Guardia Civil tiene “todas las medidas de seguridad”

La AUGC ha denunciado a la Inspección de Trabajo las carencias de las nuevas instalaciones

Edificio  de la Policía Local de Vera, donde se han trasladado los agentes de la Guardia Civil.
Edificio de la Policía Local de Vera, donde se han trasladado los agentes de la Guardia Civil. Google Maps
E. de la Torre / La Voz
21:57 • 01 abr. 2020

La Guardia Civil de Vera se ha visto obligada a abandonar su actual ubicación, en la casa cuartel de la calle Mayor de la localidad, por el riesgo de colapso del edificio que presenta daños estructurales graves. Dicha situación representaba una amenaza inminente para la integridad de los agentes, ya que todas las pruebas realizadas al edificio, construido en 1960, determinaban la necesidad de evacuación.




Aunque la idea de la Benemérita es construir un nuevo cuartel en unos terrenos municipales que cedería el Ayuntamiento de Vera, se ha tenido que buscar una solución provisional reubicando el puesto de la Guardia Civil en las dependencias de la Jefatura de la Policía Local de Vera, “una decisión que ha causado cierto malestar en la Policía Local al coincidir con el momento actual de emergencia sanitaria”, señala el Consistorio.




Desde el Ayuntamiento de Vera se quiere apelar a la “solidaridad y el compañerismo que siempre ha mostrado su Policía Local ante esta situación excepcional, que es provisional, hasta que se busque una ubicación definitiva para la Guardia Civil“, según ha reconocido el concejal de Seguridad Ciudadana, Alfonso García, quien ha explicado que “las dependencias de la Policía Local son las más idóneas por espacio, equipamiento de seguridad e infraestructuras en comunicaciones para esta reubicación”.




Por su parte, el alcalde de Vera, José Carmelo Jorge Blanco, ha indicado que entiende la preocupación de los agentes, “en este momento donde todos estamos muy alarmados por la expansión de la pandemia provocada por el Covid-19, pero desde el consistorio se han tenido en cuenta todas las medidas de seguridad y de distanciamiento personal para minimizar la probabilidad de la expansión de contagios”.




Las dependencias de la Policía Local de Vera se encuentran actualmente infrautilizadas, pues el edificio inaugurado en 2011 cuenta con 1.651 metros cuadrados construidos, distribuidos en dos plantas y un semisótano, contando con un amplio aparcamiento exterior. Los 27 componentes de la Policía Local de Vera no suelen superar los 5 o 6 efectivos durante cada turno de trabajo, de los cuales, 2 parejas (4 personas) suelen estar patrullando fuera de las instalaciones.




La llegada del cuerpo de la Guardia Civil, compuesto por unos 30 agentes, supondría la incorporación de 6 o 7 efectivos por turno, lo que haría que unas 13 o 14 personas como máximo compartieran un espacio de 1.651 metros cuadrados, situación que ofrece las suficientes garantías para la salud de todos los trabajadores durante las salidas y las entradas en los diferentes turnos de trabajo de ambos cuerpos.




El alcalde ha subrayado que “la Policía Local de Vera es un cuerpo de servidores públicos, que como cualquier otro colectivo de funcionarios pueden tener sus exigencias y reivindicaciones, pero no podemos obviar que la labor de un policía local es más compleja y sacrificada que la de otros trabajadores públicos, ya que las dificultades con las que se enfrenta un cuerpo local de seguridad supone afrontar situaciones excepcionales como esta crisis sanitaria, donde además de desempeñar las funciones habituales de vigilancia y control de la seguridad ciudadana tienen que ampliar sus cometidos y aumentar su nivel de exigencia, al igual que ocurre con los sanitarios”.



Denuncia ante la Inspección de Trabajo

La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) ha denunciado ante la Inspección de Trabajo el traslado de los guardias civiles de Vera “a unas instalaciones con graves carencias”, ya que, ante el mal estado de las dependencias de la Benemérita, los agentes han sido reinstalados junto a la Policía Local, con el consiguiente hacinamiento”, por la “inoportuna decisión” del alcalde.


Para la AUGC, esta mudanza supone además una “irregularidad” ante el periodo de confinamiento ordenado por el Gobierno ante la declaración de estado de alarma. Según aseguran, “se trataba de una mudanza que no revestía carácter de urgencia y que ponía en riesgo tanto a los guardias civiles y sus familias como al resto de la sociedad local y provincial”. Así, 30 guardias civiles comparten edificio con más de una veintena de agentes municipales, ocupando un ala del inmueble sin medidas de seguridad básicas, como salida de incendios propia, y sin condiciones de trabajo indispensables, como señal wifi.


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