La limpieza de ríos y ramblas acaba con 33.000 toneladas de residuos

Limpieza, acondicionamiento y recuperación ambiental de los cauces y ramblas de la provincia almeriense son las tres líneas de trabajo puestas en marcha desde principios de año por la delegación provincial de Medio Ambiente en 68 municipios de Almería. Y todo con un fin bien definido, “prevenir las inundaciones” y facilitar el discurrir de las aguas, explicaba ayer la delegada provincial, Sonia Rodríguez, a falta de las actuaciones pendientes del último trimestre del año. No obstante, y según las estimaciones ya realizadas por la Junta de Andalucía, “se van a retirar unas 33.000 toneladas de residuos” lo que además va a permitir acondicionar un total de 219 kilómetros.

Así, a pesar de que el programa ya se ha ejecutado a estas alturas en un 60%, el calendario contempla aún actuaciones en zonas como la Rambla El Bacín de Bentarique, El Cañuelo de Roquetas de Mar, mientras otros municipios como Adra, Antas, Cóbdar, Albox, Serón, Níjar, Uleila del Campo, Tíjola, Vícar, Chercos, Urrácal, Fondón, Alcóntar, Lubrín y Partaloa. De hecho, de los 119 trabajos previstos incialmente, según las palabras de Rodríguez, “se van a realizar 198”. En total son 2,6 millones de euros la inversión realizada por Medio Ambiente para las tareas de retirada de sedimentos en los cauces, el aumento de la sección de desagüe, así como la conservación y reparación de pequeñas obras de defensa.

Eso sí, las plantaciones de vegetación de ribera con especies autóctonas así como la eliminación de tapones y obstáculos en el cauce que incluye la limpieza de residuos y escombros, desbroces selectivos y podas, son otras de las actuaciones que paralelamente se han realizado.

Funcionamiento natural
Lo que se persigue bajo el marco de este plan es recuperar el funcionamiento natural del río, amortiguando el efecto de los procesos hidrológicos, aumentando su heterogeneidad y grado de naturalidad.

Por ello, dejan claro desde Medio Ambiente, las técnicas que se utilizan versan en torno al respeto para con el entorno, y en una integración, en la medida de lo posible, con el funcionamiento ecológico del río y del paisaje fluvial. En este sentido, para Rodríguez “resulta fundamental la implicación de todos en el mantenimiento y limpieza de los cauces”, ya que a menudo, reconoce, es difícil o casi inexistente obtener la colaboración de determinados ayuntamientos que por otro lado, cuentan con la competencia en este ámbito.

Solo en lo que respecta a los residuos retirados, “el 65% corresponden a restos vegetales, el 19% a residuos sólidos urbanos, un 10% a escombros y un 9% a plásticos”. Es por esta razón por la que desde la Junta siguen haciendo hincapié en la importancia de la concienciación y la sensibilización.