María Galindo se despide de todos sus compañeros

Este pasado viernes, 17 de mayo, un buen número de profesionales de la Unidad de Gestión Clínica de Garrucha se reunieron en el Parador de Mojácar para celebrar la larga vida laboral de María Galindo y despedirse de ella, que se jubila.

“Toda una institución en el Centro de Salud de una localidad marinera del levante almeriense”, así es como describen sus compañeros a María Galindo. Municipio que con poco menos de 9.000 habitantes censados, y casi 8 kilómetros cuadrados de extensión, es el corazón de la comarca del Levante.

Toda una vida

‘María la del médico’, como todo el pueblo la conoce, ha sido desde 1972 (cuando era la Casa del Mar) la cara visible del centro, la primera persona que los profesionales que iban llegando conocían; “nuestra particular guía de práctica clínica”, apuntan, al ser “la que identifica para nosotros a todas y cada una de las personas a las que tenemos que atender”.

Y es que en Garrucha, cuando alguien llegaba a trabajar por primera vez, “nadie necesita un GPS, solo has de preguntar a Maria, ella te dará la ubicación exacta de tu paciente y te organizará la ruta más corta y adecuada para que seas más eficiente, ella conoce los mejores atajos”, comentan los compañeros.

Palabras de afecto  donde remarcan que “conoce a todo el mundo y todo el mundo la conoce. Es el referente y nada funciona del mismo modo en el centro si María no interviene”. Por ello, insisten en que cualquier persona es única e insustituible, pero “quien venga tras ella lo va a tener complicado” de superar.

Así pues, sus compañeros le agradecen todo y esperan seguir viéndola “al menos a la hora del café” pues “su ausencia va a ser notoria”. Pero comprenden que “ahora le toca disfrutar de su tiempo, su familia y sobre todo viajar y recorrer el mundo para regresar a su casa, a Garrucha, donde todo el mundo la quiere y respeta”.