Multitudinario adiós a Salud de sus familiares, amigos y vecinos

Familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo dieron ayer su último adiós a Salud G. C., la mujer de 41 años de edad que el pasado martes murió presuntamente a manos de su marido. El multitudinario funeral se celebró en la iglesia de la Puebla de Vícar y los restos mortales de Salud recibieron, después, sepultura en el cementerio de La Mojonera. Por expreso deseo de la familia el entierro se celebró en la intimidad.

Las muestras de dolor por lo ocurrido el martes, de nuevo, fueron ayer visibles. La comitiva fúnebre salía pasadas las diez de la mañana del Tanatorio de Vícar-Funeraria Guillermo camino al templo santo. A los dos coches fúnebres con coronas les seguía el féretro portado a hombros por familiares y amigos de la víctima, así como un gran número de personas que quisieron acompañar a la familia en estos momentos. La marcha hasta la iglesia fue lenta y silenciosa.

Se quedó pequeña
Al llegar al templo santo, un gran número de vecinos esperaba los restos mortales de Salud G.C. Muchos de ellos no pudieron acceder a la iglesia, que se quedó pequeña para acoger a todos los asistentes al entierro. A este funeral no faltó tampoco el alcalde del municipio de Vícar, Antonio Bonilla, a la vez que varios concejales, quienes también quisieron acompañar a la familia, al igual, que algunos de los compañeros de clase de la hija de la pareja. Salud G.C. se convirtió el pasado martes en la cuarta víctima de violencia de género de la provincia en lo que va de año. Esta mujer de 41 años murió presuntamente por los golpes proporcionados por su marido, del que se estaba separando, aunque aún seguían conviviendo en el mismo domicilio.

Los hechos ocurrieron pasadas las nueve de la mañana, poco después de que la víctima regresara del Hospital Poniente, donde trabajaba como celadora. El presunto asesino fue detenido en la misma vivienda.