Una brillante bola de fuego a 72.000km/h sobre la costa este de Almería

El bólido tuvo su origen en un asteroide y se pudo ver desde más de 500km de distancia

E. de la Torre / E. Press
13:37 • 06 feb. 2019

Una roca procedente de un asteroide ha entrado bruscamente en la atmósfera terrestre a la 1,33 hora de la madrugada de este miércoles, 6 de febrero, generando una gran bola de fuego que ha podido ser vista desde gran parte del país. El bólido "realmente impresionante y brillante", según lo define el observatorio de Calar alto, sobrevoló la costa este de Almería. El fenómeno fue tan potente que ha iluminado totalmente el telescopio del 2.2 metros de Calar Alto.

Este evento ha podido ser registrado con las cámaras del Proyecto SMART operadas desde los observatorios de Calar Alto (Almería), La Hita (Toledo), Sierran Nevada (Granada), La Sagra (Granada) y Sevilla. Igualmente, también ha podido ser recogido por varias de las cámaras del sistema de vigilancia externa del Observatorio de Calar Alto en Almería.

Estos detectores trabajan en el marco del Proyecto Smart, que tiene como objetivo monitorizar continuamente el cielo con el fin de registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar.

El evento ha sido analizado desde la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa por el investigador responsable del Proyecto Smart, el profesor José María Madiedo de la Universidad de Huelva.

Este análisis ha permitido determinar que la roca que originó este fenómeno entró en la atmósfera a unos 72.000 kilómetros por hora sobre el mar Mediterráneo, frente a las costa este de Almería. Esta enorme velocidad hizo que la roca se volviese incandescente, generándose así una brillante bola de fuego a una altitud de unos 116 kilómetros sobre el nivel del mar. El fenómeno alcanzó un brillo superior al de la Luna llena, por lo que pudo ser visto desde más de 500 kilómetros de distancia. La bola de fuego avanzó en dirección noroeste, finalizando a una altitud de unos 58 kilómetros y todo su recorrido sucedió sobre el Mar Mediterráneo.




En general, esos pequeños trocitos de roca no son más grandes de la yema de un dedo y se desintegran facilmente al entrar en la atmósfera terrestre.










Temas relacionados

para ti

en destaque