Vera

La figura clave de Ramón Orozco vista por Andrés Sánchez Picón

Nueva conferencia por el V Centenario del Terremoto de Vera sobre este empresario y político

El conferenciante, Sánchez Picón, junto al archivero de Vera, Manuel Caparrós.
El conferenciante, Sánchez Picón, junto al archivero de Vera, Manuel Caparrós. La Voz
V. Visiedo / La Voz
07:00 • 03 nov. 2018

Poco a poco, el Año de la Cultura de Vera va llegando a su fin. No obstante, aún quedan por delante las que serán las citas más significativas y emotivas: el próximo 9 de noviembre se conmemorará el 500 aniversario del terremoto de Bayra. 



A lo largo de todo este año, la Comisión del V Centenario organiza una serie de conferencias históricas con el lema ‘El renacer de una ciudad’. Charlas con expertos que tuvieron hace unos días una nueva cita, esta vez para hablar de Ramón Orozco Gerez, impartida en la Casa de la Cultura de Vera por el catedrático de Historia e Instituciones Económicas del Departamento de Economía y Empresa de la Universidad de Almería, Andrés Sánchez Picón.



Ramón Orozco fue un personaje decisivo para la provincia en el siglo XIX. El catedrático Sánchez Picón propuso al comienzo de su disertación una visión general del siglo XIX español y del sureste, conceptos básicos de la política del momento y de la forma de entender esa labor, muy ligada a la economía y donde no era incompatible ser empresario y político o rico y revolucionario; Ramón Orozco Gerez, un ‘terremoto’ social, político y económico, encarnaba el proyecto revolucionario de la burguesía en Almería. El juego político de esos momentos era violento, nada parecido a lo que ocurriría a finales de ese siglo, y no se entendían los cambios sociales sin esa violencia, sin esos «ciudadanos en armas». 



El catedrático puso como ejemplos de ello la rebelión de los coloraos en la Almería de 1824 y otras intentonas liberales y contra los grupos sociales reaccionarios, partidarios de la sociedad estamental.



Revolución liberal



Esta revolución liberal, en el caso de España se desarrolla entre 1808 y 1868, dividida entre moderados y progresistas (estos últimos, partidarios de que toda la soberanía descanse en el pueblo, sin compartirla con el rey), plantea que para triunfar en la Administración estatal no debía ser necesario tener un origen noble (exentos de pagar impuestos) o pertenecer a los estamentos sociales superiores.



Mediante un esquema general de los gobiernos y modelos de Estado en España en el siglo XIX (constitución de 1812, Restauración, trienio liberal, quiebra del absolutismo, regencias y reinado de Isabel II), Andrés Sánchez Picón introdujo el ideal liberal, que podía resumirse en igualdad ante la ley e igualdad jurisdiccional, una nueva organización territorial más racional, ordenado y equilibrado, provincial, la abolición del diezmo de la Iglesia, oposición a los monopolios, incluso estatales, defensa de la propiedad privada perfeccionada, reforma fiscal y su control desde el Parlamento, libertad de empresa, abolición de gremios, derecho asistencial de las personas (no la caridad de los hospitales de la Iglesia), transformaciones urbanas (derribo de antiguas murallas, construcción de cementerios fuera de las iglesias, saneamiento de las ciudades), abastecimiento de agua potable, etcétera. 



La fuerza de choque del partido liberal era la milicia nacional de cada lugar y por medio de ella se intentaban aplicar sus reivindicaciones.


El padre de Ramón Orozco, Juan Antonio Orozco López  fue alcalde de Vera durante el período liberal. Era un comerciante, liberal acendrado, acusado despectivamente por la familia reaccionaria de los Leoneses de Vera como ‘regatón’ o pequeño comerciante, excluido de la política local por su origen social. Según los datos expuestos por Sánchez Picón, probablemente se enriqueciera con negocios lícitos e ilícitos (contrabando) y falleció en 1831 tras haber amasado una importante suma de dinero. La familia tuvo tres hijos: Francisco, Juana y Ramón. El primero fue alcalde de Vera y de Almería. En el bienio progresista ordenó derribar la muralla de la ciudad de Almería (seguramente con obreros de su fundición venidos de Cuevas, Vera y Turre) y abrió nuevas avenidas, labor facilitada por la desamortización que Ramón Orozco emprendió.


Una vida apasionante

Ramón Orozco contrajo matrimonio con Juana Segura Berruezo y tuvo 11 hijos. Su hijo Manuel fue alcalde de Almería durante el sexenio revolucionario. Al morir su padre en 1831, Ramón se hizo cargo del negocio, comercios y un almacén de hierros situado en Garrucha procedentes de un centro siderúrgico de Málaga. También será liberal como su padre y en el año 1835-1836 es uno de los organizadores de la Milicia Nacional de Vera y de la provincia de Almería que acude a Vélez Rubio a enfrentarse a un militar carlista, llevando con él a un jovencísimo José Salamanca y Mayol (el marqués de Salamanca, la mayor fortuna del siglo XIX español), de origen malagueño, entre los que surgirá una amistad clave en estos momentos históricos.


En 1838-1839 se produce el acontecimiento económico más importante en la Comarca: el descubrimiento minero del filón de plomo argentífero de Jaroso (Sierra de Almagrera), posibilitando la apertura de miles de pozos mineros a lo largo de 12 kilómetros lineales. Y se abren las primeras minas: ‘Virgen del Carmen’, ‘Esperanza’, ‘Observación’, etcétera.


Ramón Orozco intentó explotar la mina Observación. Las acciones o participaciones y su venta provocaron una auténtica burbuja económica. 69 millones de reales fue la cantidad de dinero que se movió durante el año de 1840, algo realmente sorprendente a nivel nacional. Una inusual acumulación de beneficios. A esa riqueza hay que unir el negocio que Orozco supo crear a través de fundiciones de metal situadas a lo largo de la costa,  como los de Garrucha.


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