Los vigilantes de la Reserva de Cabo de Gata, la más grande incubadora del mar

Los vigilantes de la Reserva de Cabo de Gata, la más grande incubadora del mar

Alicia Amate
19:51 • 21 ago. 2011
La riqueza de Cabo de Gata va más allá de la peculiaridad de su paisaje o la calidad de sus playas. El valor de este espacio único llega hasta lo más profundo de sus cristalinas aguas donde residen especies animales y vegetales cuya preservación se ha convertido en una máxima desde que en 1995 se declarara la Reserva Marina de Cabo de Gata - Níjar.

Proteger y regenerar
“Una Reserva Marina es una zona de protección pesquera que tiene como objetivo principal la protección y la regeneración de los recursos”, comenta José Carlos Herrera de Pablo, jefe de la dependencia del Área de Agricultura y Pesca del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) en Almería.
En concreto, la Reserva Marina de Cabo de Gata - Níjar, ocupa un espacio de una milla de ancho desde la orilla a lo largo de los 45 kilómetros de litoral que abarca el espacio entre la Rambla del Agua, al oeste de Cabo de Gata, hasta la desembocadura del Barranco Hondo, en el término municipal de Carboneras.
“Protegemos una zona que abarca alrededor de cuatro mil hectáreas”, explica el jefe de la dependencia, “para ello contamos con un presupuesto de 550.000 euros anuales y estamos coordinados con la Junta de Andalucía, de la que depende el resto del área protegida”.
Una de las principales medidas que se adoptaron en su momento pasaba por la regulación de la pesca, tanto profesional como recreativa en la zona reservada. Sin embargo, ahora, dieciséis años después, la nueva normativa aprobada el pasado 23 de junio modifica las restricciones para la pesca recreativa en la zona.
“Los pescadores han insistido mucho”, explica Herrera, “y finalmente se ha modificado la normativa en lo que concierne a la pesca recreativa”.
Aunque, eso sí, con ciertas restricciones destinadas a la preservación de una de los mayores tesoros de Cabo de Gata, la Posidonia oceánica. “Se trata de una especie de bosque submarino y está protegida en todo el Mediterráneo porque además de servir como incubadora para más de 1.200 variedades marinas, algunas de ellas de gran interés comercial, contribuye a la purificación de las aguas y sirve de barrera para evitar fuetes oleajes”, explica el coordinador técnico de la Reserva Marina, Carlos Fierro.
En cuanto a la pesca profesional, sólo está permitida para los pescadores adscritos a los puertos de Carboneras y Almería capital con, al menos, tres años de antigüedad y sólo podrá practicarse los fines de semana ni los días festivos. Además, todas las capturas están sometidas a las limitaciones de talla y especies de captura prohibidas.






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