Los pájaros que no dejan dormir a los vecinos del Parque de Aguadulce

Los vecinos de los inmuebles que rodean el Parque Municipal de Aguadulce sufren desde hace aproximadamente tres años un “infierno” que les impide descansar con normalidad. Una colonia de garzas tipo martinete decidió anidar entre la vegetación de dicha zona verde en la que encontró un hábitat perfecto, con el mar a menos de 100 metros y abundante alimento.

Un ‘vía crucis’ que viene dado por los ensordecedores graznidos que estas aves de hábitos nocturnos realizan al caer el sol. El sonido es descrito por Paqui Serrano, representante del colectivo de vecinos del edificio Las Terrazas como “insoportable”. “Estos pájaros han migrado habitualmente por esta zona pero antes solían marcharse al acabar el verano”, explica. Sin embargo, desde un tiempo a esta parte, la colonia no sólo se ha estabilizado sino que ha aumentado en número, acrecentando las molestias que causan a los residentes habituales de la zona.

“Hemos reclamado al Ayuntamiento en varias ocasiones que nos dé una solución, pero en el área de Parques y Jardines nos han ignorado de malas maneras”, detalla Serrano.

Aunque el Edificio las Terrazas representa a unos 30 vecinos, serían al menos otros cuatro bloques los afectados por este caso: “Ni el Ayuntamiento ni en Medio Ambiente nos han querido dar ninguna explicación. No queremos que acaben con los animales, pero sí que se de alguna respuesta”, añade la representante del colectivo.

Aves protegidas
Desde el Área de Parques, Plazas y Jardines afirman que sí que dieron contestación en su momento a las peticiones de los afectado pero que, al tratarse de aves protegidas, no se pueden realizar acciones si no es en colaboración con la Delegación de Medio Ambiente de la Junta. 

Según informan los expertos, los martinetes han decidido asentarse en el Parque porque encuentran en él un hábitat privilegiado, debido a su cercanía con el mar y, en especial, al acceso privilegiado que tienen a la piscifactoría de Piagua, que les proporcionan comida abundante.

Una garza ruidosa y de hábitos nocturnos

El esquivo martinete es una garza de hábitos nocturnos, que inicia su actividad cuando el resto de los componentes de las ruidosas garceras en las que cría se retiran a descansar. Es entonces cuando esta ave de bello plumaje se dirige hacia sus cazaderos habituales, donde captura peces, anfibios y grandes invertebrados acuáticos. Se trata de una especie bastante ruidosa, que en vuelo profiere un ‘uaarj’ o un ‘uorc’ semejantes a un graznido ronco, como los que emiten los cuervos.

Se trata de animal muy ligado a la existencia de riberas bien conservadas y de humedales con abundante vegetación palustre y en riesgo de extinción.