Albox

Los restos del beato Juan Ibáñez ya descansan en la iglesia de La Concepción

Más de cien albojenses asistieron a la llegada de las reliquias del párroco llegado en 1912

Traslado de las reliquias a la iglesia albojense.
Traslado de las reliquias a la iglesia albojense. La Voz
La Voz
19:21 • 26 jun. 2018

Los restos del beato Juan Ibáñez ya descansan en la iglesia de La Concepción de Albox. El pasado domingo tuvo lugar la ceremonia litúrgica que acompañó la llegada de las reliquias de este sacerdote que ejerció en esta misma parroquia desde el año 1912 hasta 1936.



La ceremonia fue presidida por el delegado episcopal para la Causa de los Santos, José Juan Alarcón, encargado de portar en una urna los restos hasta el Hogar Parroquial, en el barrio de San Francisco de La Loma.



Acto litúrgico
Desde el Hogar Parroquial, sede de Cáritas desde su rehabilitación, se inició una procesión encabezada por el delegado episcopal; el párroco Antonio Saldaña; el presidente de la Comisión de Mártires de Albox, Antonio Pardo; el representante de la cofradía de San Juan (Los coloraos), Juan Segovia; la juez de paz María del Carmen García; el concejal del Gobierno municipal José Campoy; Natalia Carrillo en representación del grupo ‘Scout’ de Albox así como por familiares del beato Juan Ibáñez.





Ni el punto de partida de la comitiva ni quienes la formaban fue fruto el azar, ya que, entre otros logros y aportaciones destinadas a mejorar su comunidad, Juan Ibáñez fue el gran impulsor de la construcción del Hogar Parroquial y, del mismo modo, guardó una estrecha relación con el grupo de exploradores albojenses. Una vez que las reliquias -junto a más de cien personas que las acompañaron- entraron a la iglesia albojense, se celebró la Santa Misa tras los cánticos de los coros tanto del templo donde se celebró el evento como de la iglesia de Santa María. Finalizada la misa, los restos del beato se trasladaron hasta el sepulcro de mármol blanco ubicado en la capilla y en el que ya se encuentran. La ceremonia litúrgica finalizó entonando el himno al beato compuesto por el albojense Antonio Rubio.



Juan Ibáñez Martínez (Fondón, 1878) fue asesinado al poco de comenzar la Guerra Civil. Creció en una familia humilde y, tras ejercer de barbero e ingresar después en el Colegio de San Juan de Almería (ya desaparecido), no fue hasta 1912 cuando llegó a Albox, tras pasar por Lubrín y Santa Fe de Mondújar. Llegado al pueblo albojense no tardó en granjearse el cariño de sus nuevos vecinos debido a su cercanía y generosidad. De hecho, más de un siglo después se sigue recordando cómo en varia ocasiones se quedó sin comer por darle el plato a gente más necesitada, entre otras acciones derivadas de su gran generosidad. Catequista vocacional, no dudaba en ir a los mas recónditos cortijos para difundir la fe. Desde el domingo sus restos descansan en el pueblo que tanto cariño recibió de él y que tanto cariño le sigue guardando.





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