Por segundo año consecutivo las localidades de Huebro y Níjar se han hermanado más que nunca con la celebración de la romería en honor a Nuestra Señora del Rosario. Una festividad que comenzó el pasado domingo, 6 de mayo, con la bajada de la Virgen desde Huebro hasta la Iglesia Parroquial de Níjar acompañada por un gran número de fieles que concluirá mañana, 13 de mayo, con la vuelta de la imagen hasta Huebro.
Un septenario, siete días de peregrinación y celebración, en los que ambos pueblos han engalanado sus calles para recibir, y despedir, a Nuestra Señora del Rosario. Un culto que, a su vuelta a Huebro, “el año pasado fue como las fiestas del pueblo”, asegura Jesús López, párroco de Huebro.
Romería
Será a partir de las 9 de la mañana cuando, con una misa de despedida en Níjar, comiencen los actos que darán fin a la romería. Ceremonia que dará paso, a las 10.30 horas, a la entronización de Nuestra Señora del Rosario en un carro engalanado tirado por bueyes que, acompañado por tamboriles y sus fieles peregrinos, recorrerá los 5 kilómetros de vuelta a su santuario en Huebro.
A su llegada, en torno a las 12 horas, tendrá lugar una Santa Misa Mayor y tras ésta comenzará el fin de la romería con una jornada de convivencia. Celebración donde no faltará la música, una barra donde comer y beber y una paella gigante -y gratuita- con la que poner un broche de oro en honor a la Virgen.
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