Un huerto, una familia lleva hortalizas, frutas e ilusión a 29 casas

“Estaba con depresiones y el huerto me ha dado la vida”, dice Paqui Castillo, propietaria de una de las parcelas que la iniciativa ‘Un huerto, una familia’ ha puesto en marcha la empresa Primaflor en Pulpí. La idea, que ha sido muy bien recibida por los vecinos, supone un ahorro para el bolsillo y sobre todo una forma de invertir el tiempo. Primaflor ha puesto a disposición de los vecinos cerca de una hectárea de terreno para que un total de 29 familias, a las que le corresponden a cada una 250 metros cuadrados, puedan cultivar alimentos para consumo propio y así hacer frente a la crisis de la mejor manera posible. Además, ha cedido todo el equipamiento de regadío, semillas y plantas para cultivar, así como el vallado y acceso a los huertos. Criterio social La selección de las 29 familias ha seguido un criterio social, así lo aseguraron el alcalde, Juan Pedro García, y el presidente de Primaflor, Lorenzo Belmonte. El único requisito que debían cumplir, según los propietarios, era que algún miembro de la familia estuviese en paro, residir en el pueblo y no tener tierras. El convenio ‘Un huerto, una familia’ funcionará durante un año, aunque Belmonte adelantó que será prorrogable y se intentará mejorar en el futuro. Los vecinos están encantados con este proyecto que comenzó el pasado mes de mayo y que empieza a dar sus frutos. “Gracias al huerto no me he sentado en la silla desde hace mucho tiempo. Te sientes más activa y te relajas”, comenta una propietaria. El huerto no es solo una manera de ahorro y ocupación, ha pasado a ser un ocio para los implicados. La iniciativa de Primaflor, muy agradecida por todas y cada una de las 29 familias, comenta el presidente, surgió porque “pienso que se puede vivir sin dinero si tienes cariño y tiempo libre como estas personas. Los vecinos ven que con sus cultivos no es necesario ir a la tienda a comprar”.
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