La guerra a las cacas de los perros por el ADN "está aún muy verde"

Los ayuntamientos se plantean esta medida para identificar y sancionar a los dueños incívicos

Un agente informando de las novedades normativas aprobadas en Adra.
Un agente informando de las novedades normativas aprobadas en Adra.
Eva de la Torre
21:33 • 21 may. 2016

El aumento de la población canina en las ciudades y, sobre todo, la falta de conciencia y civismo de muchos de sus dueños han convertido a las ciudades en pistas de eslalon en las que hay que ir esquivando los excrementos de los animales. Por ello, y por la falta de efectividad, al menos a corto plazo, de las campañas de concienciación que se ponen en marcha, muchos ayuntamientos se plantean incorporar como medida obligatoria la identificación de los perros por su ADN. De esta forma, un análisis de las cacas abandonadas podrían conducir al dueño de can y permitir así sancionarle.




Sin embargo, a pesar de las ventajas que este sistema de identificación presenta, aún presenta más inconvenientes que ventajas.




Fiable 100%
Al menos esto es lo que piensa el presidente del Colegio de Veterinarios de Almería, Emilio Gómez-Lama, para el que este método de identificación “es fiable al cien por cien y se vende muy bien. Podrá llegar a ser una realidad, pero ahora lo veo muy verde”.




Uno de los problemas que plantea este sistema es que se trata de un segundo registro de las mascotas, ya que la identificación por ADN no elimina la identificación por microchip, ya que éste es el que incluye a los perros en e Registro Municipal de Animales, obligatorio para todos los animales de compañía, explica Gómez-Lama.




Pero el principal problema surge por la contaminación cruzada que se puede dar en las heces y que haría imposible identificar a qué perro pertenecen. Además, otra cuestión a tener en cuenta es “¿qué se hace si se recogen muestras de una caca de un perro de fuera que no estará en el registro municipal? ¿Quién paga el coste de la manipulación de las muestras, del análisis y de la comparación de datos?”, se pregunta el presidente de los veterinarios. Por eso, Gómez-Lama está seguro que la método del ADN es una buena medida, pero “tendría que ser universal para que fuese eficaz”.




De momento, en su opinión, las herramientas con las que se puede luchar contra el incivismo de los dueños de perros son campañas de información y concienciación, unidas a medidas sancionadoras.




En Almería, de momento, el sistema de identificación por ADN solo lo tiene aprobado el Ayuntamiento de Adra que lo incorporó a la nueva ordenanza sobre tenencia y protección de animales y que es de obligado cumplimiento para todos los perros. El Ejido y Almería capital también parece que Mojácar ha descartado la idea “al conocer los problemas que aún presenta”, comenta Gómez-Lama. 




Lo que en opinión del presidente de los veterinarios sí es fundamental es la identificación de la mascota con el microchip sibcutáneo, que permite incluir al animal en el Registro Andaluz de Identificación Animal (RAIA) y que en la comunidad andaluza es obligatorio desde 2003.


Registro municipal
También es obligatorio que todos los ayuntamientos dispongan de un registro municipal en el que se recoja los datos precisos del animal, su propietario y el veterinario identificador. Pero no es necesario que el ayuntamiento cree y gestione este registro, sino que basta con que lo acuerde con el Colegio de Veterinarios. De hecho, en Almería, actualmente hay 27 convenios de colaboración firmados entre ayuntamientos y el Colegio. Además, para facilitar la creación del registro en los municipios pequeños, el presidente del Colegio va a proponer a la Diputación que “asuma el coste que es de 600 euros al año”.


Museo de historia veterinaria
Aún le quedan más de tres años para que se cumpla el mandato para el que fue elegido en 2014 y cuando llegue ese momento, Emilio Gómez-Lamas llevará 18 años al frente del Colegio de Veterinarios de Almería. “Es mucho tiempo y creo que es bueno que entren nuevas caras, con nuevas ideas e ilusiones. Por eso, quiero que este sea mi último mandato”.


Pero eso sí, antes de marcharse, dejará en marcha el que será el primer Museo de la Historia Veterinaria de toda Andalucía. “Ya estábamos en tiempos de Hammurabi y sin embargo, se sabe muy poco de nuestra profesión. Es hora de remediarlo”.



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