Un lugar en el que socializar, disfrutar y permanecer activo

Las residencias han abandonado sus antiguos clichés y son un lugar atractivo para sus usuarios

Las residencias cuentan con asistencia y atención durante las 24 horas del día.
Las residencias cuentan con asistencia y atención durante las 24 horas del día. La Voz
La Voz
07:00 • 15 may. 2020 / actualizado a las 12:19 • 15 may. 2020

Antaño, hasta hace no mucho, las residencias y centros de mayores eran vistos por la opinión pública como sitios residuales en los que dejar a las personas mayores que no podían optar a que nadie más se hiciera cargos de ellas. Sin embargo, esta concepción ha cambiado en los últimos años gracias al acceso a la información y al buen hacer de estos centros, que han dejado atrás el obsoleto denominativo de asilos y se han erigido como sitios donde los ancianos pueden ser felices rodeados de personal sanitario que les valora, de compañeros con los que entablar grandes amistades y de los mejores cuidados y actividades. 



Hoy en día una residencia es sinónimo de reactivación, bienestar y, sobre todo, felicidad en los usuarios, que ven cómo los mejores profesionales facilitan y amenizan su día a día. Esta excelencia diaria se comprueba desde los menús, compuestos por dietas variadas y equilibradas, hasta los cuidados personalizados, con registros que permiten a los sanitarios comprobar el estado de cada uno de los inquilinos de la residencia o el centro de mayores.



Profesionalización



¿Pero en qué han cambiado estos emplazamientos para que la imagen que la sociedad tenía de ellos se haya modificado? Sobre todo, en la excelencia profesional que los envuelve. Las residencias se han profesionalizado hasta el punto de contar con trabajadores de diversas ramas, desde nutrición hasta la actividad física, pasando por los cuidados y la salud. 



Enfermeros, auxiliares, psicólogos, trabajadores sociales o terapeutas ocupacionales forman parte habitualmente del personal que compone las residencias. Esto ofrece a los usuarios apoyo físico y emocional, lo que les ayuda a mantenerse activos y saludables. Además, algunos centros van incluso más allá, con servicios externos como peluquería.



Gracias a todos ellos, las residencias pueden brindar a sus usuarios un gran abanico de posibilidades. Juegos, ejercicios para trabajar cuerpo y mente o actividades más tradicionales como reuniones en zonas comunes o visionado de películas son algunos de los pasatiempos que las personas mayores encuentran en estas residencias.



Perfiles



Los centros de mayores están destinados a acoger a personas de 65 años o más, aunque lo cierto es que la media de edad de sus usuarios suele rondar, en la mayoría de los casos, los 80 años.


Sin embargo, también es habitual ver en ellas a personas de cierta edad que, debido a problemas psíquicos o físicos, no pueden valerse por sí mismas. Este último es un denominador común en la mayoría de usuarios de las residencias, que suelen presentar problemas a la hora de tener plena independencia. Es por ello que el programa que se les ofrece en los centros es muy positivo para seguir fomentando su autonomía y vida activa.


En las residencias, las personas de avanzada edad encontrarán profesionales que les comprenden, compañeros con los que fraguar amistades y un entorno amable y distendido que les ayuda a disfrutar del día a día.

La estancia, además, es temporal, por lo que estas personas podrán regresar a casa cuando sus familiares o ellos lo deseen. No obstante, son pocos los que lo piden, y es que las residencias se han convertido en el mejor hogar posible para sus usuarios.


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