El cambio climático y el agua

Inundaciones, tormentas, épocas de sequía y deslizamientos de tierra cada vez más pronunciadas son algunos de los efectos que evidencian un aumento de temperatura a nivel mundial.

Este cambio en el clima es una realidad que, como bien sabemos, desemboca en fatales consecuencias. Los fenómenos meteorológicos, anteriormente mencionados, dan lugar a la escasez de recursos hídricos y por consecuencia a una mayor demanda del uso del agua en España, por ejemplo, en el regadío. 

Crisis climática

El Informe de Impactos y Riesgos derivados del cambio climático en España evidencia que la crisis climática no solo está presente en el aumento de las temperaturas ya que el agua es el componente que da vida al sistema climático. 

Un ejemplo de ello es la evapotranspiración. La redistribución de las precipitaciones y el aumento de las temperaturas dan lugar a que los suelos dejen de acumular tanta humedad y como consecuencia, los embalses y cuencas disminuyan sus volúmenes hidráulicos. 

AEMET

El Informe de la Agencia Estatal de Meteorología afirma que España es uno de los países más perjudicados  por el cambio climático. En cifras, el informe recoge que mientras que el resto del planeta incrementa su temperatura 1’ 2ºC, España ha registrado un 1,7ºC. 

El aumento de los riesgos hidráulicos asociados con los cambios en la frecuencia e intensidad de acontecimientos extremos someterá a mayor presión la gestión de los recursos de agua y acentuarán la incertidumbre respecto de la cantidad y la calidad del suministro de este recurso natural. Este problema continuará siendo así independientemente de las herramientas de prevención que las autoridades competentes apliquen en los próximos años. 

La población necesita hallar los medios para adaptarse a los cambios previstos y hacer que la infraestructura y los servicios de abastecimiento de agua sean más flexibles.