El agua, la fuerza motriz de toda la naturaleza

La vida en la Tierra sería inconcebible sin agua y, por lo tanto, se convierte en el motor más potente del mundo. Pero no se aprecia el valor de este hasta que se seca el pozo. Finalmente, el cambio climático ha dejado de ser un problema del futuro para convertirse en un problema del presente que atañe a todos.

La sequía, el aumento de las temperaturas a lo largo del tiempo, la deforestación y la destrucción de ecosistemas tanto terrestres como marinos son tan solo algunas de las consecuencias con las que tenemos convivir hoy en día.

Por ello, la Organización de las Naciones Unidas reivindica en días como este la importancia de este líquido esencial.

Origen 

La idea de celebrar este día internacional se remonta a 1992, año en el que tuvo lugar la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de Río de Janeiro.

Esta celebración tiene por objetivo concienciar acerca de la crisis mundial del agua y la necesidad de buscar medidas para abordarla de manera que alcancemos el Objetivo de Desarrollo Sostenible No 6: Agua y saneamiento para todos antes de 2030.

Este año, la Organización de las Naciones Unidas ha puesto el foco en las aguas subterráneas bajo el lema “Aguas subterráneas: hacer visible lo invisible”.

Importancia 

La vida no sería posible sin estas aguas subterráneas. Tal y como indica la ONU, casi la totalidad del agua dulce en forma líquida del mundo es agua subterránea. Además, alrededor del 40% de toda el agua utilizada para el riego proviene de acuíferos.

Asimismo, la región de Asia y el Pacífico tiene la menor disponibilidad de agua per cápita del mundo, y se prevé que el uso de las aguas subterráneas en la región aumente un 30% de aquí a 2050.

Por el contrario, en América del Norte y Europa, los nitratos y los pesticidas se han convertido en una gran amenaza para la calidad de las aguas subterráneas. El 20% de las masas de agua subterránea de la Unión Europea incumple la legislación comunitaria en materia de calidad del agua a raíz de la contaminación agrícola.

ODS Nº6 

El Objetivo de Desarrollo Sostenible número 6 forma parte de uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por las Naciones Unidas en 2015.

Este indica el deber de garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos.

Si bien se ha conseguido progresar de manera sustancial a la hora de ampliar el acceso a agua potable y saneamiento, existen miles de millones de personas (principalmente en áreas rurales) que aún carecen de estos servicios básicos.