Aguas del Almanzora denuncia la situación crítica de la zona

La escasez de lluvias provocará restricciones de agua desde el trasvase del Negratín-Almanzora

Javier Serrano afirma que “el agua es la llave en la lucha contra el cambio climático, porque sin agua esto será un desierto”.
Javier Serrano afirma que “el agua es la llave en la lucha contra el cambio climático, porque sin agua esto será un desierto”. La Voz
Alberto Gutiérrez
12:15 • 21 mar. 2020 / actualizado a las 12:18 • 21 mar. 2020

En Aguas del Almanzora S.A., formada en 1997 para abastecer de agua el levante almeriense, existe incertidumbre y, sobre todo, mucha inquietud en este año 2020. “La situación es crítica en el Almanzora por los recortes y con una desaladora en ruina desde hace más de ocho años”, lamenta Javier Serrano, presidente de la organización.



Con una superficie de riego de alrededor de 24 mil hectáreas, las necesidades hídricas de la zona son cubiertas con agua de manantiales y pozos y por los trasvases Tajo-Segura y Negratín, a falta de que la desaladora de Villaricos, averiada por las riadas de 2012 vuelva a estar en funcionamiento.



Con la crisis ocasionada por el Covid-19, existe una inquietud añadida en la zona, porque ahora, más que nunca, el regadío y el abastecimiento deben ser cubiertos. Los cultivos del Bajo Almanzora, fundamentalmente de lechuga, brócoli, cítricos, sandías o cebollas, se podrían ver afectados en un año con escasez de lluvias. La población y las empresas dedicadas al cultivo -con gran presencia en los lineales de los supermercados nacionales e internacionales- son muy significativas.



El agua del trasvase del Negratín-Almanzora abarca 50 hectómetros cúbicos, de los cuales 43 hectómetros cúbicos pertenecen a riego y hasta un máximo de 7 hectómetros cúbicos a abastecimiento. Sin embargo, en los próximos meses se vislumbran restricciones a la llegada de agua.



Desde Aguas del Almanzora se pide que haya una garantía de agua y al mismo tiempo se apuesta por la reparación de la desaladora de Villaricos, pensando en sus mejoras tecnológicas. Para Javier Serrano, es muy importante “hacer una estructura de costes, empleando energías renovables con el objetivo de aminorar los costes de desalación”.



Serrano asegura que “el agua es clave en la lucha contra el cambio climático, porque sin agua esto será un desierto”. También lamenta que “sin garantía de agua no hay futuro para la agricultura”.






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