Academias, el lugar para consolidar el aprendizaje y ampliar la formación

En España podemos encontrar academias de idiomas, deportivas, culturales, militares, de modos concretos o más genéricas.
En España podemos encontrar academias de idiomas, deportivas, culturales, militares, de modos concretos o más genéricas. La Voz
Fernando Cuadrado
07:00 • 31 may. 2018

Academia es un término que identifica a diversas instituciones culturales​ o educativas. Dentro de ambas disciplinas pueden incluirse todo tipo de sectores y tanto en nuestro país como en el extranjero las modalidades de academias son múltiples. El término procede del latín ‘academia’ que a su vez provenía del griego ‘Ακαδημία’ ‘Akademía’.



En la actualidad y atendiendo a las enseñanzas, regladas o no, que se ofertan en España podemos encontrar academias de idiomas, deportivas, culturales, militares, de modos concretos o más genéricas. Todas ellas, al final, tienen un nexo en común. Sirven para consolidar el aprendizaje individual o colectivo y también ayudas a ampliar conocimientos y aprendizaje.



Si atendemos a su significado, según el Diccionario de la lengua española, una academiría una “sociedad científica, literaria o artística establecida con autoridad pública y como establecimiento docente, público o privado, de carácter profesional, artístico, técnico, o simplemente práctico”, además de identificar el término con “la reunión de sus componentes (los académicos) y con el edificio que la aloja”.



Los idiomas a la cabeza 



Uno de los términos más extendidos en nuestro país es el de los centros de idiomas. Las academias “regladas y reconocidas” que ofrecen este tipo de educación se agrupan en algunas organizaciones como es el caso de la FECEI.



Esta representa  los intereses patronales del sector de centros de enseñanza de idiomas en España. Es interlocutor válido ante la administración y forma parte de la representación patronal en la negociación del convenio de centros de enseñanza no reglada. Dentro de ese conglomerado la FECEI difunde igualmente información actualizada sobre novedades legales y formación para directivos, docentes y administrativos.



Reales academias 



En la actualidad, tras las reformas de la universidad española del siglo XX, la mayor parte de las reales academias han quedado como centros secundarios de investigación por detrás de universidades y centros de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y como medio de reconocimiento similar a los premios artísticos y científicos. En las últimas décadas han seguido creándose pero con un enfoque centrado en los estudios locales, especialmente en regiones que cuentan con lengua propia, a imagen de la Real Academia Española y, en cierta medida, de la Real Academia de la Historia.


La RAE, la Academia de las academias

La Real Academia Española (RAE) se fundó en Madrid el año 1713, bajo el reinado de Felipe V, inspirada en el modelo de la Academia Francesa y con el propósito, reflejado en sus primeros estatutos, de trabajar al servicio del idioma español. El escudo de la Real Academia Española resume en un lema propio de la época sus fines y obligaciones: “Limpia, fija y da esplendor” a la lengua española.


Desde entonces, la institución se ha dedicado a preservar mediante sus actividades, obras y publicaciones el buen uso y la unidad de una lengua en permanente evolución y expansión que es patrimonio común de casi 500 millones de hispanohablantes, una aspiración también recogida en sus estatutos vigentes, del año 1993.


Más de 300 años  

Entre 2013 y 2015 la RAE conmemoró su tricentenario con diversas actividades desarrolladas dentro y fuera de la sede académica, y, especialmente, con una nueva edición del Diccionario de le lengua española, la vigesimotercera, publicada en octubre de 2014. Esta edición del diccionario académico, al igual que otros diccionarios y recursos de la institución, está disponible gratuitamente en la página de internet (www.rae.es). A través de un trabajo de intercambio permanente, las academias de la lengua se ocupan de fijar, mediante diálogo y consenso, la norma común  sobre léxico, gramática y ortografía, para todos los hispanohablantes. La aspiración final es favorecer la unidad de la lengua dentro de la diversidad propia del ámbito hispánico. En los últimos años, las academias de la lengua han publicado, entre otras obras, el Diccionario panhispánico de dudas, el Diccionario del estudiante y su versión americana, el Diccionario práctico del estudiante, el Diccionario de americanismos, la Nueva gramática de la lengua española y sus versiones reducidas, el Manual y la Nueva gramática básica, la nueva Ortografía de la lengua española y sus versiones básica y escolar, El buen uso del español y la 23ª edición del Diccionario de la lengua española.


Fondos bibliográficos 

La Academia ha reunido a lo largo de su historia fondos bibliográficos de gran importancia. Su archivo reúne la documentación generada por la corporación desde el año de su fundación, en 1713, hasta la actualidad. 

La biblioteca cuenta con unos 250.000 volúmenes de libros y unas 800 cabeceras de publicaciones periódicas. Entre sus fondos, especialmente dedicados a lingüística y literatura española e hispanoamericana, figuran manuscritos, incunables y primeras ediciones de obras de los principales escritores españoles.

La Real Academia Española cuenta en la actualidad con cuarenta y seis plazas de miembros de número, que ocupan sillas designadas, en mayúsculas y en minúsculas, con parte de las letras del alfabeto español. Los académicos son elegidos, en votación secreta y por mayoría de sufragios, por los propios componentes de la institución, previa propuesta de candidaturas por parte de un grupo de tres de ellos.



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