Nuevo Audi E-Tron Sportback

La última joya llegada a Vera Import

Pedro Lamazares
10:00 • 04 abr. 2020

Diseño deportivo y elegante, mayor eficiencia, coeficiente aerodinámico de 0.25



300 kW (408 CV) de potencia, hasta 446 kilómetros de autonomía (WLTP)



Innovador sistema de iluminación Matrix LED digital



“El futuro es eléctrico”: Audi se mantiene fiel a su estrategia de electrificación al presentar el segundo modelo 100% eléctrico de su gama. El Audi e-tron Sportback es un SUV coupé dinámico que ofrece hasta 300 kW (408 CV) de potencia y una autonomía de hasta 446 kilómetros (según el ciclo WLTP) con una sola carga de la batería. La iluminación Matrix LED digital está disponible por primera vez en un vehículo de fabricación en serie. La luz se divide en pequeños píxeles que permiten un control excepcionalmente preciso. Audi admite pedidos del e-tron Sportback desde finales de 2019.






Elegante, eficiente y expresivo: el diseño exterior



El Audi e-tron Sportback combina la potencia de un espacioso SUV con la elegancia de un coupé de cuatro puertas y el carácter progresivo de un vehículo eléctrico. Mide 4.901 milímetros de largo, 1.935 milímetros de ancho y 1.616 milímetros de alto. Su techo se extiende de forma casi plana sobre la musculosa carrocería y desciende de forma muy marcada en su zona posterior hasta llegar a integrarse en unos pilares D visiblemente inclinados. El borde inferior de la tercera ventanilla lateral se eleva en su parte final, una característica típica de los modelos Sportback.



Elementos como la parrilla Singleframe octogonal, los pronunciados pasos de rueda o la escultural zaga hacen que el Audi e-tron Sportback responda claramente al lenguaje de diseño de la marca. Por otra parte, ciertos detalles indican que se trata de un modelo puramente eléctrico. Como ejemplo cabe destacar la parrilla, con barras verticales y cerrada en gran parte, que está pintada en gris platino claro, una característica identificativa muy específica de los modelos e-tron. También los faros Matrix LED hablan de la electrificación de este modelo, con sus cuatro segmentos horizontales que crean una firma específica en las luces diurnas.


Otros elementos llamativos son las inserciones negras en los faldones laterales, que sugieren el lugar en el que se aloja la batería, centro de energía del Audi e-tron Sportback. El equipo de diseño ha querido poner el foco también en la ausencia de salidas de escape en el difusor trasero. Y en la zaga, una línea de luz conecta los grupos ópticos entre sí. Un total de trece acabados de pintura están disponibles para el SUV coupé totalmente eléctrico, incluido el nuevo color metalizado azul Plasma, que es exclusivo del e-tron Sportback.


El logotipo en la tapa de carga presenta el llamativo color naranja de alto voltaje, que también puede aplicarse a las pinzas de freno en los acabados Advanced y S line. Las molduras de los pasos de rueda están pintadas de serie en gris antracita mate y sirven para resaltar el carácter offroad. Algo parecido sucede con los protectores de los bajos, el difusor y las taloneras, todos pintados de negro. En la línea de equipamiento exterior advanced, estos elementos figuran en un tono de contraste gris o, como opción, en el color de la carrocería. El difusor aquí va pintado en color plata mate.


La línea de equipamiento S line pone especial énfasis en el ADN deportivo del Audi e-tron Sportback. Incorpora de serie llantas de 20 pulgadas y suspensión neumática deportiva. Los paragolpes de contorno distintivo están flanqueados por expresivas entradas que mejoran el flujo de aire. Se sitúan bajo los faros y crean una apariencia dinámica. Un emblema S line está presente en la parrilla, mientras que los marcos inferiores de las puertas, de aluminio y retroiluminados, incluyen el emblema #S. En la parte trasera, tanto el alerón de serie como el difusor que se extiende por todo el ancho del vehículo, contribuyen a mejorar la excelente aerodinámica. A diferencia del acabado básico, los elementos decorativos exteriores S line están pintados en el color de la carrocería, incluidas las molduras de los pasos de rueda, los umbrales de las puertas, los paragolpes y los espejos retrovisores exteriores. Audi también ofrece el paquete de diseño negro, que pone el acento en la parrilla  Singleframe, las ventanillas laterales y los paragolpes.




Cx de 0.25: aerodinámica de primer nivel para optimizar la autonomía


El Audi e-tron Sportback con los retrovisores exteriores virtuales y el acabado S line logra un excepcional coeficiente aerodinámico de solo 0.25, un valor mejor que el de su hermano de gama, el Audi e-tron. Esto se debe, principalmente, a la forma coupé de su carrocería y a la menor resistencia aerodinámica. El diseño minimiza las turbulencias de aire en determinadas zonas, lo que en última instancia también beneficia el consumo. En el ciclo WLTP, el SUV coupé es capaz de alcanzar una autonomía de hasta 446 kilómetros con una sola carga de la batería.


Aproximadamente diez de los kilómetros extra que ofrece en comparación con el e-tron se pueden atribuir a la aerodinámica. Los retrovisores exteriores virtuales opcionales, cuyos soportes en forma de ala integran pequeñas cámaras, son también importantes en la mejora de la eficiencia. Las imágenes que obtienen son proyectadas en pantallas OLED de alto contraste, ubicadas en la transición entre el salpicadero y las puertas. Si el conductor mueve su dedo hacia la superficie de la pantalla táctil, se activan símbolos que permiten reposicionar la imagen. Además, el sistema tiene capacidad para adaptarse automáticamente a tres situaciones de conducción: carretera, maniobras de giro y estacionamiento. El objetivo es proporcionar siempre una visibilidad óptima en cada escenario. El refinamiento aerodinámico también se extiende a determinadas áreas ocultas a la vista. Entre otras, la entrada de aire con canales de refrigeración para los frenos delanteros, las llantas aerodinámicas y los bajos totalmente carenados, que incluyen una superficie de aluminio para proteger la batería de alto voltaje.


Innovación en la fabricación en serie: sistema de iluminación Matrix LED digital


Con la iluminación Matrix LED digital, disponible opcionalmente, Audi presenta una primicia mundial en un vehículo de producción. La luz que emiten sus diodos se divide en pequeños píxeles, capaces de iluminar la carretera con gran resolución. El diseño se basa en una tecnología denominada DMD (dispositivo de microespejo digital). En su parte central hay un pequeño chip que contiene un millón de microespejos, cuya longitud es de apenas unas centésimas de milímetro. Con la ayuda de campos electrostáticos, cada espejo individual puede inclinarse hasta 5.000 veces por segundo. Dependiendo de la configuración, la luz LED se dirige a través de las lentes hacia la carretera o se absorbe para enmascarar determinadas áreas del haz de luz.


En el Audi e-tron Sportback, la luz digital –que entrará en producción en serie este año– realiza múltiples tareas. Puede generar animaciones dinámicas de bienvenida y despedida que se proyectan en superficies verticales o en el suelo. Estas presentaciones transforman el área que circunda al automóvil en un escenario cuidadosamente decorado. El sistema digital no sólo ofrece luces de curva, ciudad, cruce y carretera con una precisión excepcional todas ellas, sino que desde ahora, la función matricial de la luz de carretera es mucho más eficaz a la hora de atenuar el haz en todos aquellos puntos que no interesa iluminar.


También cuenta con funciones nuevas como la luz de carril, de orientación y de marcado. En las autopistas, la luz crea una alfombra de iluminación en el carril por el que se circula y se ajusta dinámicamente al cambiar al carril contiguo. De esta manera, mejora la conciencia del conductor sobre el carril relevante y contribuye a aumentar la seguridad vial. Por su parte, la luz de orientación utiliza áreas atenuadas para mostrar de forma predictiva la posición del vehículo en la vía, apoyando así, especialmente en carreteras estrechas o en zonas de obras, al asistente de mantenimiento de carril. La función de luz de marcado es un aliado del asistente opcional de visión nocturna. En este caso, el sistema llama automáticamente la atención sobre cualquier persona que detecte, reduciendo de esta manera el peligro de pasar por alto a los posibles peatones que haya en las inmediaciones de la carretera.




Eficiencia deportiva: motores eléctricos, tracción integral, suspensión


El Audi e-tron Sportback 55 quattro permite al conductor vivir la experiencia de combinar la eficiencia y las prestaciones con la mayor suavidad de rodadura. Cada eje está equipado con un motor eléctrico asíncrono alimentado con corriente trifásica por la electrónica de potencia. Con una potencia total de 265 kW (360 CV) y 561 Nm de par, los dos motores eléctricos otorgan al SUV coupé una gran capacidad de aceleración desde parado, totalmente en silencio y sin emisiones nocivas. El Audi e-tron Sportback 55 quattro necesita apenas 6,6 segundos para alcanzar los 100 km/h y su velocidad máxima está limitada electrónicamente a 200 km/h. Al cambiar el selector de D a S y pisar el pedal del acelerador a fondo, el conductor activa el modo “boost”. En este momento, el sistema genera 300 kW (408 CV) de potencia y 664 Nm de par durante ocho segundos. Esto permite al nuevo Audi cubrir la aceleración de 0 a 100 km/h en sólo 5,7 segundos. Las cajas de cambios de engranajes planetarios de dos etapas se encargan de transmitir la fuerza de los motores eléctricos a ambos ejes. Un control que el conductor puede operar con los dedos pulgar e índice sirve para seleccionar las marchas. Está integrado en un elegante mando situado a poca altura sobre el túnel central, que también sirve como reposamanos.


La tracción total eléctrica garantiza un excelente agarre y un alto dinamismo en cualquier superficie. Con ella, Audi escribe un nuevo capítulo en la historia de su afamado sistema de cuatro ruedas motrices. La tracción quattro reparte el par motor de manera constante y equilibrada entre ambos ejes en fracciones de segundo. En la mayoría de los escenarios, el Audi e-tron Sportback utiliza  exclusivamente su motor eléctrico trasero para lograr una conducción lo más eficiente posible. Si se requiere más potencia de la que es capaz de entregar el motor posterior, la unidad frontal se activa instantáneamente. Esto también ocurre de manera predictiva antes de que se produzca un deslizamiento cuando se circula sobre terrenos de baja adherencia, al afrontar curvas a ritmo rápido o si detecta algún tipo de subviraje o sobreviraje.


Un factor clave a la hora de lograr ese carácter deportivo y esa dinámica sobresaliente que ofrece el SUV coupé en toda situación es la ubicación de algunos componentes mecánicos, que ayudan a rebajar el centro de gravedad de manera considerable si lo comparamos con un SUV convencional. Todos los elementos pesados ​​se agrupan en el centro del vehículo. La distribución de pesos por ejes, con una relación de casi 50:50, está perfectamente equilibrada. Los ejes de cinco brazos, la dirección progresiva y el sistema de frenos electrohidráulico aseguran un comportamiento ágil y un alto grado de confort. Los neumáticos de serie en medida 255/55 R19 destacan por su baja resistencia a la rodadura. Bajo pedido, a partir de mediados de 2020 también estarán disponibles unas llantas de hasta 22 pulgadas, una medida más que en el e-tron.


El sistema de conducción dinámica Audi drive select, instalado de serie en el Audi e-tron Sportback, permite modificar la conducta del sistema de propulsión gracias a sus siete perfiles diferenciados, que establecen una clara distinción entre comodidad y deportividad. La suspensión neumática adaptativa con control de amortiguación contribuye en gran medida a lograr ese carácter tan versátil. A velocidades altas, la carrocería se sitúa más cerca del suelo, lo que mejora notablemente la aerodinámica y aumenta la autonomía. El sistema es capaz de variar la altura hasta 76 milímetros.




95 kWh de energía: batería de alto voltaje y sistema de recuperación


La batería del Audi e-tron Sportback 55 quattro tiene una capacidad total de 95 kWh (86,5 kWh netos) y funciona a un voltaje nominal de 396 voltios. Forma un bloque plano y ancho, que va fijado en 35 puntos a la estructura, bajo el habitáculo. El sistema de batería es excepcionalmente rígido y está diseñado a prueba de choques, gracias a una sólida carcasa protectora de aluminio que contiene los 36 módulos de celdas. Se dispone en dos niveles o ‘pisos’: uno inferior más largo con 31 módulos y un nivel superior más corto, que contiene cinco módulos. Cada módulo integra doce celdas. El sistema de refrigeración se encuentra bajo las cámaras de las celdas.


Durante las deceleraciones de hasta 0,3 g, que suponen más del 90% de las frenadas en la conducción diaria, la batería de alto voltaje se carga mediante los motores eléctricos, principalmente el trasero. De esta manera, ambos propulsores se convierten en generadores de energía, tanto en modo de inercia cuando el conductor levanta el pie del acelerador, como durante las fases de frenada. El grado de recuperación se puede establecer en tres etapas mediante las levas del volante. Comparado con el Audi e-tron, en el Sportback se permite aún un mayor grado de diferenciación.


Al frenar desde 100 km/h, el Audi e-tron Sportback puede recuperar un máximo de 300 Nm y 220 kW (300 CV). Al igual que sucede con el e-tron, esto representa más del 70% de la potencia que es capaz de generar y más de lo que puede recuperar cualquier otro modelo de producción. El SUV coupé logra hasta el 30% de su autonomía a través de la recuperación.


El equipo de frenos, cuyo innovador concepto de activación electrohidráulica permite responder con una gran inmediatez, entra en juego solo cuando las deceleraciones son superiores a 0,3 g. Dependiendo de la situación de conducción, el sistema de recuperación de energía decide si hace uso exclusivo de los motores eléctricos, de los frenos o de una combinación de ambos. La transición entre el freno eléctrico y el hidráulico es suave y homogénea, por lo que el conductor ni siquiera lo nota. Las fuerzas de frenado permanecen constantes.


En el sistema de frenado convencional del Audi e-tron Sportback, los ingenieros han reducido sustancialmente lo que se conoce como par residual de frenada, que son las pérdidas que se producen durante la breve aplicación de las pastillas al disco, algo que beneficia tanto a la eficiencia como a la autonomía. Este principio de optimización de la eficiencia permanece constante en todo el proceso. Por ejemplo, durante el funcionamiento normal del vehículo, el motor eléctrico delantero se desacopla casi por completo. Esto aumenta el rango utilizable de la batería y reduce el flujo en el circuito de refrigerante, lo que se traduce en que la bomba tiene que proporcionar menos energía.


La gestión térmica altamente flexible, que consta de cuatro circuitos separados, regula la temperatura de los componentes de alto voltaje con la máxima eficiencia. Esto permite una carga rápida de corriente continua, un ciclo de vida útil prolongado de la batería y un rendimiento siempre óptimo, incluso durante un uso intensivo continuado. La bomba de calor, que aprovecha el calor residual de la batería de alto voltaje, puede usar hasta 3 kW de las pérdidas de potencia reales para calentar y enfriar el interior, lo que supone una eficiencia excepcionalmente elevada. Dependiendo de la temperatura exterior, puede aumentar la autonomía del Audi e-tron Sportback hasta en un 10%.


230 kW (313 CV) de potencia: el Audi e-tron Sportback 50 quattro


Audi ofrece el SUV coupé totalmente eléctrico con una segunda variante del motor. El e-tron Sportback 50 quattro genera 230 kW (313 CV) de potencia y 540 Nm de par. La batería prescinde del ‘piso’ superior y se compone de 27 módulos de doce celdas cada uno. El conjunto, que pesa aproximadamente 120 kilogramos menos que el del Sportback 55 quattro, proporciona 71 kWh de potencia total (64,7 kWh netos). Gracias a esta batería es posible cubrir distancias de hasta 347 kilómetros con una carga completa, según el ciclo WLTP. El Audi e-tron Sportback 50 quattro acelera de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos y alcanza una velocidad punta de 190 km/h.


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