Angustias trajo el sol al Jueves Santo de Almería

Eran las siete menos diez de la tarde del Jueves Santo cuando la Real e Ilustre Congregación-Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de las Angustias hacía su salida procesional desde el Colegio de la Compañía de María ante una multitud de cofrades y devotos que llenaban la amplia avenida de la Rambla Obispo Orberá. 

Un cortejo que, dividido en dos partes, los pasos del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y el de Nuestra Señora de las Angustias, partieron desde el patio anexo al Colegio y los nazarenos lo hicieron desde la capilla del Convento de la Compañía de María. 

Tramo de Cristo 

Como en el resto de pasos de las hermandades capitalinas, el alcalde, Ramón Fernández-Pacheco dirigió la ‘levantá’ de ambos pasos a las puertas del Colegio, estando acompañado por los concejales Carlos Sánchez, de Cultura; Manuel Guzmán y Elita Abad, además de Magdalena Cantero, que asistió en calidad de presidenta de la Asociación de Vecinos Casco Histórico, ya que la Hermandad de Angustias radica en la antigua Mezquita de Almería, la iglesia parroquial de San Juan.

Quien no faltó a su cita, tras el Santísimo Cristo de la Buena Muerte, fue Antonio Miras, un histórico cofrade de Angustias que año tras año cede su impresionante y monumental Belén para que la Hermandad de Angustias lo exponga en el patio de luces de la Diputación Provincial.

Cerraba el amplio tramo del Cristo, que presidieron un miembro de la Cofradía y representantes de la Comandancia de la Guardia Civil en Almería, nazarenos con cruz a cuestas y la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Carmen, de Almería.

Tramo de Virgen

La Cruz Parroquial abrió el tramo que presidió Nuestra Señora de las Angustias. Un paso que en la actualidad procesiona como paso de misterio, al llevar la Santísima Virgen al Señor muerto. Paso iluminado con candelabros con guardabrisas.

Cabe rememorar que en la antigüedad, desde su fundación, la imagen de la Virgen de las Angustias aparecía con su hijo en brazos con el manto, que en la actualidad lleva recogido, lo hacía con larga cola. Un rico y bello manto de terciopelo negro bordado en hilo de seda amarillo por las religiosas Adoratrices de Málaga y en lugar de los candelabros, las imágenes de Nuestra Señora de las Angustias y el Señor muerto iban iluminados por candelería, como paso de Virgen. 

El Himno Nacional, interpretado por la Banda Municipal de Música de Berja, anunció la salida del Paso de la Virgen de las Angustias. Un paso que estuvo presidido por el hermano mayor, el consiliario de la Hermandad y párroco de San Juan, Tomás Cano; y la presidenta de la Asociación Casco Histórico, Magdalena Cantero, en representación del barrio de radicación.

Numerosas mantillas acompañaron en su procesión a la Cofradía de Angustias en su recorrido por las calles y plazas del centro de la ciudad, haciendo Estación de Penitencia en la Catedral de la Encarnación, adentrándose en el Casco Histórico, hasta llegar a su sede canónica en la iglesia de San Juan, regresando hasta el centro, donde hizo carrera oficial en el Paseo de Almería, para a continuación ‘encerrarse’, como se denomina en Almería a la entrada al templo del cortejo procesional.

En la Diputación

Uno de los muchos momentos destacados que tuvo la Estación de Penitencia de la Cofradía de las Angustias se produjo a las puertas del Palacio Provincial, donde el presidente de la Diputación, Javier Aureliano García, acompañado por los diputados provinciales, Fernando Giménez y Álvaro Izquierdo, entregó un ramo de flores a los titulares de la Hermandad, dirigiendo a continuación la ‘levantá’ a ambos pasos.   

Las saetas

Desde el balcón principal del Palacio de la Diputación Provincial, Ana Mar García interpretó una emocionante saeta al Santísimo Cristo de la Buena Muerte, mientras que el joven cantaor Eduardo López la cantó a la titular mariana de la Cofradía, María Santísima de las Angustias. Unas sentidas oraciones hechas saetas y premiadas con una cerrada ovación del público.