Los teatros de la Almería burguesa

“Es difícil hablar de la vida cultural almeriense sin tener en cuenta el papel de los teatros”

Imagen evocadora del Paseo donde estuvieron los principales teatros.
Imagen evocadora del Paseo donde estuvieron los principales teatros.
Maribel García Sánchez
21:52 • 13 dic. 2019

Es difícil hablar de la vida cultural almeriense sin tener en cuenta el papel que desempeñaron los teatros de la ciudad. El progresivo desarrollo de la burguesía almeriense fomentó la construcción de estos edificios orientados al ocio, como es el caso de los teatros En la Almería del siglo XIX y principios del XX existía un núcleo importante de dicha clase social muy amantes del género dramático, de la ópera y la zarzuela. Casi todos estos teatros se situaban en el Paseo del Príncipe o en sus aledaños.



 



En 1824, ya existía el Teatro Principal, propiedad de la Familia “Campos”, por eso era conocido también como “Teatro Campos”, pero en los primeros años del siglo XX fue destruido para levantar el gran monumental edificio perteneciente a la vivienda de Los Rodríguez, donde en la actualidad su planta baja desde hace muchos años está ocupada por Banesto. El semicírculo de la Plaza del Educador donde se sitúa el reloj recuerda el antiguo saliente semicircular del Viejo Teatro Principal.



Hacia 1880 ya funcionaba el céntrico Teatro Novedades, donde se sitúa en la actualidad el Teatro Cervantes. Fue el teatro de mayor cabida de la ciudad durante el siglo XIX y era utilizado frecuentemente por el Círculo Literario y para los Juegos Florales. Por el pasaron todas las compañías de teatro y zarzuela representando los autores que estaban en boga en dicho momento, entre ellas destacó la compañía de Antonio Vico “Los Amantes de Teruel”. 



El Teatro Variedades, tuvo varias ubicaciones, sobre 1885 funcionó en el solar del Teatro Cervantes y después se situó en donde actualmente se encuentra la actual Delegación de Hacienda y el Hotel Costasol, en pleno Paseo de Almería, inaugurándose en 1900. Según recoge la prensa de la época al parecer era un amplio teatro con un patio de butacas de 400 personas y unas gradas de 700 localidades. Poseía grandes telones y ricos cortinajes. En el Teatro Variedades actúo el Tenor almeriense Luis Iribarne y la actriz María Guerrero. A principios del siglo XX D, Nicolás Salmerón ofreció diversos mítines políticos y en él eran muy frecuentadas las tertulias del Poeta Paco Aquino y de D. Emilio Pérez. Tenía salones donde se jugaba al billar y al dominó. 



El ‘Calderón’



El Teatro Calderón, tuvo su sede en la calle San Pedro, en la antigua iglesia del Sagrado Corazón de Jesús (actuales esclavitas del Santísimo Sacramento).  Tras sufrir la desamortización del ministro Mendizábal en 1835 se utilizó para varias funciones: almacén, salón de baile y teatro que entre otras denominaciones se llamó “Calderón”, así se denominó en 1882, al igual que se denominó también al Teatro Apolo, “Calderón” como relatamos seguidamente.



El Teatro Apolo, denominado primitivamente Calderón y Apolo porque sus fachadas daban a las antiguas calles Calderón y Apolo, ya estaba en construcción a finales de la década de los 70 del siglo XIX, teniendo una variada trayectoria. Se atribuye a Trinidad Cuartara Cassinello, pero no existe fecha del proyecto. Según fuentes documentales se habla de la construcción del Teatro Apolo/Calderón promovido por las Sociedades Recreativas, siendo una de ellas, la “Sociedad de los 20”, la primera propietaria del Teatro.


En la feria de agosto de 1882 actuó la compañía Rafael Calvo. Ya en el siglo XX, a principios de los años 30 hasta la Guerra Civil Española se hizo cargo del edificio una cooperativa de funcionarios. Terminada la contienda el teatro paso a propiedad pública, realizándose reformas como la construcción de un pequeño foso. Hacia 1960 el arquitecto Antonio Góngora Galera realiza una reforma en profundidad que altera la sala para convertirlo en un espacio cinematográfico. Habrá que esperar a 1984 cuando se le encargue al arquitecto Ángel Jaramillo unos estudios previos y un proyecto en 1985 para su rehabilitación. Las obras gestionadas por el Ayuntamiento de Almería, quien es su propietario, comienzan en 1987 permaneciendo paralizadas hasta 1992. Tras su financiación, el Teatro Apolo volvió a cobrar vida cuando en 1993 es inaugurado por los Reyes de España. 


El Teatro Cervantes

La idea de crear y construir el Teatro Cervantes fue patrocinada en 1862 por un notable grupo de personalidades de ámbitos muy diversos. En 1864 se adquirieron los terrenos y en 1866 se contrató la apertura de los cimientos. Los planos se firmaron en el 1898 por Enrique López Rull, retrasándose el comienzo de las obras hasta 1910, siendo inaugurado el Teatro más importante de Almería en 1921.  La tipología del teatro sigue el diseño de los Teatros Italianos, con el patio de butacas en forma de herradura para facilitar la visibilidad y la acústica y consiguiendo un espacio acogedor. Los palcos, con forma de balcones palaciegos, en su momento fueron propiedad de las familias de los accionistas, pasando de padres a hijos. El acceso al teatro Cervantes se hacía originariamente por la fachada del Paseo, que se ordena en tres pisos con motivos decorativos alusivos a su función: máscaras, liras, destacando el relieve del balcón principal: Miguel de Cervantes. 


Los brazos de las lámparas que simulan girasoles y la barandilla le dan un gusto modernista. En 1920 parte del inmueble fue adquirido por la Sede de la Sociedad del Círculo Mercantil e Industrial de Almería, actual propietaria del Teatro. Destaca su salón noble.


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