Tararea, la ludoteca que se aleja de cualquier fórmula convencional

Se trata de un espacio diferente donde los niños se divierten y experimentan

La Voz
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07:00 • 28 sept. 2019

Silvia estudió Medicina y Música, y siendo estudiante la hija de una amiga le pidió ayuda ya que su hija sufría una enfermedad. “Me dijo que podía ayudarla con mis conocimientos médicos y sobre música y entonces yo me decidí a hacerlo”, confiesa la joven.



“Me gustaba esta versión diferente de la medicina y la música y me formé gracias a varios cursos de musicoterapia con el objetivo de ayudar a niños con necesidades especiales. Valentina fue la primera persona a la que ayudé”.



Después Silvia pensó que también podía utilizar sus conocimientos en niños sin ningún tipo de problema, de forma que la música llegara a ellos directamente. Entoncés pensó en crear Tararea, un lugar que facilitara la conciliación familiar y donde los niños disfrutaran de diferentes tipos de talleres inspirados en diferentes artes: música, talleres de escultura, etc.



“Nuestro objetivo es que todo sea manipulativo, son los niños los que experimentan con el material para crear diferentes figuras, nosotras no les exigimos unos resultados determinados”.



La ludoteca se encuentra en el municipio de Huércal-Overa, en Calle Carretera 55 Local 1. Silvia es la impulsora de este proyecto, que cuenta en su equipo con Raquel y Ángela. Como médica, no quería renunciar a ninguna de sus dos vocaciones: la medicina y la música. “Lo bueno de nuestro centro es que estamos abiertas a cualquier propuesta que nos hagan los padres e intentamos poder abarcar cualquier posibilidad”.



En Tararea están pensando en lanzar talleres en inglés. Se trata de una nueva forma de aprender inglés a través del juego y de la música, totalmente diferente a la convencional.



Según nos cuenta Silvia, lo mejor del proyecto Tararea es que cada semana trae una sorpresa distinta. Se trata de un proyecto pionero y original, una forma de educar diferente. “Empecé con mucho miedo porque podía cuajar o no, pero lo que más me gusta es que cada día sorprendemos a los pequeños y ellos a nosotros también. Es gratificante, es un sentimiento muy bonito”. 





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