Uno de los más importantes historiadores de Al Andalus

Falleció en Brasil el pasado 5 de agosto

Manuel Acién Almasa

  • La Voz
El pasado lunes 5 de agosto falleció en Brasil el profesor del departamento de Arqueología e Historia Medieval de la Universidad de Málaga, Manuel Acién Almansa, uno de los más importantes historiadores de Al-Andalus. Sus estudios sobre el urbanismo, los castillos, las técnicas constructivas, acerca de la rebelión de Ibn Hafsun y sobre todo sus propuestas sobre la Formación Social Islámica, constituyen importantísimas referencias para todos los historiadores y arqueólogos dedicados a la Edad Media. Suceso repentino Nacido en Almería, Almansa tenía 63 años cuando un “aneurisma en la aorta” le produjo la muerte de forma repentina durante un viaje familiar a Brasil. Desde su Almería natal, Manuel Acién llegó a la Universidad de Málaga en 1977, donde años después se doctoraría con la tesis ‘Ronda y su serranía en tiempos de los Reyes Católicos’. Estudió todos las épocas de dominación islámica en la provincia desde la desintegración del estado visigodo hasta la expulsión de los moriscos. Su especialización en epigrafía, cerámica y arquitectura del Al Andalus, además de su labor comprometida le llevó a ser un referente profesional. Dirigió las excavaciones arqueológicas del aparcamiento de la plaza de la Marina y trabajó junto al arquitecto Rafael Martín Delgado en la restauración de la Alcazaba de Málaga. Además, colaboraba con el consejo asesor de Medina Azahara, y era el representante andaluz en la Asociación de Arqueología Medieval Española. Prestigio Era una de las figuras de mayor prestigio nacional e internacional en el campo de los estudios sobre al-Andalus. Sus grandes aportaciones en el conocimiento de la España Musulmana lo llevaron a realizar importantes trabajos sobre Pechina. En el viaje a Brasil, donde había viajado “para visitar a un hijo”, aseguró el decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la UMA, Sebastián Fernández, le acompañaba su esposa, María Antonia Martínez Núñez, también profesora de la universidad y directora del departamento de Filología griega, estudios árabes, lingüística y documentación. Fernández lo recuerda como un hombre “afable, muy sensato y algo tímido” y guarda en su memoria la grata experiencia que compartieron en varias excavaciones.